¿Te sorprendiste por los cambios de la RAE? Tranquilo, la Real Academia Española no ha modificado la ortografía de nuestro idioma desde el 2010. Eso sí, algunas de las 'innovaciones' que El Comercio dio cuenta de ello el 5 de noviembre de aquel año. De todas maneras, cabe hacer algunas especificaciones a la información difundida ayer, la cual ha sido inexacta.
La RAE detalla, en un texto titulado Principales novedades de la última edición de la Ortografía de la lengua española 2010 (que también puede ser consultada en Wikipedia), 8 puntos específicos que han sufrido cambios. Es más, la misma academia tuiteó ayer el documento luego de la avalancha de tuits de ciertos usuarios.
#RAEconsultas Sobre las novedades de la última ortografía académica (2010), véase http://t.co/ipjRuSda05— RAE (@RAEinforma) April 8, 2014
1. Exclusión de los dígrafos ch y ll del abecedario
Si antes contábamos 29 letras, ahora solo 27. Eso no significa que ya no existan palabras como “chalina” o “llano”. Como bien se explica, “la eliminación de los dígrafos ch y ll del inventario de letras del abecedario no supone, en modo alguno, que desaparezcan del sistema gráfico del español. Estos signos dobles seguirán utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras españolas (...) La novedad consiste, simplemente, en que dejan de contarse entre las letras del abecedario”.
2. Propuesta de un solo nombre para cada una de las letras del abecedario
Aquí las únicas novedades de aquel entonces, no de hoy, son que desapareció la denominación “i griega” y pasó a llamarse “ye”; la “b” se llamó “be”; la “v”, “uve”, y la “w”, “uve doble”. Así, se evitó utilizar nombres como “ve chica” o similares.
3. Sustitución, por grafías propias del español, de la q etimológica con valor fónico independiente en aquellos extranjerismos y latinismos plenamente adaptados al español
La Real Academia Española especifica que “en el sistema ortográfico del español, la letra q solo tiene uso como elemento integrante del dígrafo qu para representar el fonema /k/ ante las vocales e, i (queso [késo], quién [kién]) (...) es, por lo tanto, ajeno a la ortografía del español el empleo de la letra q como grafema independiente, con valor fónico autónomo”.
Un ejemplo: no se dice quorum, sino cuórum.
4. Eliminación de la tilde en palabras con diptongos o triptongos ortográficos
Expliquemos los diptongos: a) Vocal abierta (/a/, /e/, /o/) seguida o precedida de vocal cerrada átona (/i/, /u/): estabais, confiar, diario, afeitar, viento, pie, doy, guion, aunar, acuario, actuado, reunir, sueño, estadounidense, antiguo. b) Dos vocales cerradas distintas (/i/, /u/): triunfo, incluido, diurno, huir, viuda, ruido.
Por su parte, los triptongos están constituidos por una vocal abierta entre dos vocales cerradas átonas. Ejemplos: confiáis, actuáis, puntuéis, guau.
5. Eliminación de la tilde diacrítica en el adverbio solo y los pronombres demostrativos incluso en casos de posible ambigüedad
Segú la RAE, estas palabras no deben llevar tilde por las mismas reglas de acentuación, en algunos casos porque son palabras llanas que terminan en vocal o en -s, en otros porque por ser aguda y acabar en consonante distinta de n o s. ¿Y para distinguir “solo” (de no estar acompañado de nadie) de “sólo” (como “solamente”). Según la academia, “las posibles ambigüedades pueden resolverse casi siempre por el propio contexto comunicativo (lingüístico o extralingüístico)”.
6. Supresión de la tilde diacrítica en la conjunción disyuntiva o escrita entre cifras
Ya no se escribe “3 ó 4”, sino “3 o 4”.
7. Normas sobre la escritura de los prefijos
Se aplica a tres casos muy simples. Cuando se antepone a una palabra se escribe junto (“exesposo”), cuando la palabra empieza en mayúscula se escribe con guion (“mini-USB”) y cuando se antepone a varias palabras se escribe separado (“ex primer ministro”).
8. Equiparación en el tratamiento ortográfico de extranjerismos y latinismos, incluidas las locuciones
No escribas ballet, sino balé. No está bien escrito paddle, la manera correcta es “pádel”. Otra manera es escribirlo en el idioma original pero de manera distinguida al resto del texto, por ejemplo en cursivas o entre comillas. La RAE ejemplifica bien: “Su bien ganada fama de femme fatale le abría todas las puertas”.