Moscú / Londres. Los dos rusos acusados en Gran Bretaña de haber envenenado a un ex espía ruso con una neurotoxina fueron entrevistados el jueves en un canal de la televisión estatal rusa, negando haber sido parte del ataque y asegurando que su presencia en la ciudad inglesa de Salisbury fue “una coincidencia increíble y fatal”.
Ruslan Boshirov y Alexander Petrov aparecieron en público por primera vez en el canal de televisión ruso RT, afirmando que fueron a Salisbury para visitar su catedral histórica.
“Nuestros amigos desde hace tiempo nos recomendaban visitar este poblado tan maravilloso”, dijo Petrov. Boshirov añadió que específicamente querían admirar el reloj y el capitel de la catedral.
La semana pasada, Gran Bretaña acusó en ausencia a Boshirov y Petrov, señalándolos de ser miembros del servicio de inteligencia militar ruso GRU y diciendo que fueron despachados a Salisbury para envenenar al ex espía ruso Sergei Skripal y a su hija Yulia con la sustancia neurotóxica novichok.
La policía británica mostró imágenes de vigilancia de los dos hombres caminando en el vecindario de Skripal el 4 de marzo, el día del ataque. También se publicaron imágenes de ellos en la ciudad el día anterior. Gran Bretaña insiste en que el atentado probablemente “fue aprobado al más alto nivel del gobierno ruso”, lo que Moscú ha negado con vehemencia.
Los dos rusos negaron ser agentes del GRU o haber poseído en algún momento la sustancia novichok. “Toda esta situación es una coincidencia increíble y fatal. Eso es todo ¿De qué somos culpables?”, dijo Petrov.
Dijeron que no sabían quién era Skripal ni dónde vivía.
Ambos lucían tranquilos en la entrevista y describieron las atracciones turísticas de Salisbury, incluso la altura de la catedral.
Sin embargo, en el Reino Unido el Gobierno Británico rechazó que los dos sospechosos fueran “turistas”.
Un portavoz del Gobierno de la primera ministra británica, Theresa May, declaró que el Ejecutivo “tiene claro” que Alexander Petrov y Ruslán Boshirov son “agentes del servicio de inteligencia militar ruso”, conocido como GRU.
Los dos individuos, que parecían tener unos 40 años de edad, dijeron que trabajaban en el negocio de suplementos nutritivos. Negaron haber llevado un frasco de perfume de mujer en el que según las autoridades británicas hallaron residuos de novichok.
“Los tipos de la aduana lo revisan todo, se habrían dado cuenta si teníamos en la maleta perfume de mujer, pero no lo teníamos, dijo Boshirov.
Al ser preguntados sobre por qué fueron a Salisbury dos días seguidos, Boshirov dijo que el primer día estaba nevando “y teníamos nieve hasta las rodillas” por lo que decidieron regresar al día siguiente.
Cuando se les preguntó por qué compartían una habitación de hotel y por qué viajaban juntos, Boshirov dijo: “No hablemos de nuestras vidas privadas”.
Cuando el entrevistador les pidió mostrar fotos de su viaje, Boshirov no hizo caso al pedido pero dijo que la catedral de Salisbury le pareció “muy hermosa”.
Petrov y Boshirov dijeron estar asustados y deprimidos por las acusaciones y por ser súbitamente el centro de la atención mundial, afirmando que el caso se había convertido “en una pesadilla”.
Fuente: AP / EFE
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