La cadena de cafés Starbucks pidió a sus clientes en Estados Unidos que no lleven armas a sus locales. Sin embargo, no ha impuesto una prohibición rotunda, al decir que esto potencialmente requeriría que su personal confronte a clientes armados.
Más bien, Starbucks señala que se remite a la legislación local sobre la portación abierta de armas de fuego.
Los activistas defensores de las armas dedicaron el mes pasado un día de apreciación de Starbucks, en agradecimiento a la firma por lo que creían era una actitud de apoyo a su causa de portar armas abiertamente.
Pero en una carta abierta, el presidente ejecutivo de la compañía, Howard Schultz, expresó que estos eventos no son deseados, ya que dan una imagen falsa de Starbucks como partidario de la portación de armas, mientras que la empresa había sido empujada involuntariamente al debate sobre las armas de fuego.