Washington (AP)
Estados Unidos apoyó la propuesta panameña de convocar a los cancilleres del continente para analizar lo que calificó como una “crisis” en Venezuela, durante una sesión extraordinaria que celebra el jueves la OEA.
La embajadora estadounidense Carmen Lomellin se refirió a la reunión de cancilleres como una medida apropiada porque permitiría “explorar una amplia gama de opciones en las que la OEA, u otros, pueden facilitar el diálogo y otras soluciones que todos queremos para Venezuela”.
Lomellin calificó como “inaceptable” que “este hemisferio se quede callado, que no hable por medio de su institución más importante”, refiriéndose a la OEA.
La diplomática propuso al Consejo Permanente solicitar información a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre “datos basados en los hechos que ayuden a orientar nuestras deliberaciones”. Reiteró la exigencia de liberar a los detenidos por protestar, incluyendo al dirigente opositor Leopoldo López.
La misión estadounidense distribuyó a periodistas una transcripción de la intervención de Lomellin, pues la sesión de la OEA se realiza a puertas cerradas. La sesión empezó con casi cuatro horas de retraso.
Las deliberaciones tuvieron lugar mientras en Caracas un agente de la Guardia Nacional y un civil murieron baleados en medio de un violento enfrentamiento entre vecinos y grupos de motorizados armados que intentaban remover una barricada, lo cual elevó a 20 el número de muertos en las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
La reunión extraordinaria fue solicitada por Panamá. Debido a ello, el Gobierno Venezolano cortó sus relaciones con la nación centroamericana.
El secretario general de la OEA José Miguel Insulza adelantó la víspera que el Consejo Permanente de la organización probablemente emitirá un comunicado con un llamado al diálogo en Venezuela, pero puso en duda que decida convocar a los cancilleres del continente para una sesión extraordinaria porque considera que en el país sudamericano no ha ocurrido una ruptura del hilo democrático.
Legisladores estadounidenses de ambos partidos exhortaron el jueves a la OEA a reconocer lo que calificaron como violaciones de derechos humanos ocurridas en Venezuela.