521 años después de que Cristóbal Colón pusiera sus pies en América, el continente aún está salpicado de territorios que dependen de antiguas potencias coloniales europeas.
La mayor parte territorios americanos sufrieron procesos de autodeterminación y descolonización a lo largo de los siglos XVIII, XIX y XX.
Sin embargo, cada uno con sus particularidades, Francia, Reino Unido, Países Bajos y Dinamarca –y de un modo distinto, Estados Unidos- mantienen bajo su administración territorios en la región.
De los 16 territorios presentes en la lista del Comité Especial de Naciones Unidas para la descolonización, 8 se encuentran en América.
Pero, ¿cuáles son esos lugares sin independencia? Y, ¿qué vínculos mantienen con los estados a los que pertenecen?
BBC Mundo les ofrece un recorrido por esos territorios que representan cerca del 5% del territorio americano y donde habita menos de un 1% de la población continental.
TERRITORIOS BRITÁNICOS Se puede decir que los conocidos como territorios británicos de ultramar (British overseas territories) son los restos de lo que una vez fue el Imperio Británico.
En la actualidad, esas reliquias son un buen número de enclaves desperdigados por casi todos los rincones del mundo.
La mayoría de ellos, sin embargo, se encuentran en América: Bermuda, Islas Vírgenes Británicas, Anguila, Montserrat, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos, Islas Malvinas/Falklands y Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
Todos estos territorios –excepto las Islas Georgias y Sandwich del Sur, que no tienen población estable- están considerados como colonias por el Comité Especial de Naciones Unidas para la Descolonización.
Las Malvinas/Falklans y las Islas Georgias y Sandwich del Sur son además objeto de una larga disputa entre Reino Unido y Argentina, que reclama la soberanía sobre ellas.
Para salir de lista (del comité de la ONU) tienes que ser completamente independiente, estar completamente incorporado en el país al que perteneces, como en el caso de los territorios franceses, o debes mantener un estado de libre asociación, es decir, que los territorios deberían decidir por sí mismos qué tipo de relación quieren tener con Reino Unido, le dice a BBC Mundo el profesor Peter Clegg, experto en territorios no independientes del Caribe de la Universidad del Oeste de Inglaterra.
Desde un punto de vista político, estos enclaves son territorios británicos. Sin embargo, no forman parte del Reino Unido, una denominación que en sentido estricto se refiere a Gran Bretaña y a Irlanda del Norte.
Son territorios semiautónomos. Es difícil de clasificar. Los británicos supervisan la política exterior, la policía y la seguridad internas. Supervisan algunos aspectos financieros , los servicios públicos y de un modo más general el buen gobierno. Los territorios son responsables de todo lo demás: política económica, inmigración, sanidad, educación…, señala Clegg.
Pese a esta autonomía, la reina Isabel II es la jefa de Estado y Londres marca la política a seguir en materias de defensa y política exterior, es decir, no tienen ejército propio, cancilleres ni representaciones diplomáticas propias en otros países.
Estos territorios expiden sus propios pasaportes y sus habitantes son ciudadanos de territorios británicos de ultramar. Sin embargo, desde 2002 tienen derecho a obtener la nacionalidad británica.
Los movimientos de autodeterminación en estos lugares diría que son superficiales. Bermudas votó sobre la independencia en 1995, pero se perdió. Más recientemente, en Aguila se ha hablado de moverse hacia la independencia y el otro caso sería las Islas turcas y Caicos. Pero en ambos casos son demandas sobre todo retóricas, apunta Clegg.
TERRITORIOS FRANCESES Martinica, Guadaupe y la Guyana Francesa son los principales territorios franceses en América.
A los dos primeros, ambos islas del Caribe, llegó Colón en su cuarto y segundo viaje respectivamente.
Estos territorios son departamentos de ultramar y tienen por tanto la misma consideración que los departamentos de Francia continental, forman parte de la Unión Europea y en ellos, el euro es la moneda oficial.
Estos territorios son tan franceses como lo es París y en ellos rigen exactamente las mismas reglas (). Por eso no están en la lista de territorios por descolonizar de la ONU. Están plenamente integrados en Francia, señala la profesora Nathalie Mrgudović, experta en los territorios franceses de ultramar de la Universidad de Aston, en Inglaterra.
Martinica y Guadalupe, con alrededor de 400.000 habitantes cada una, comparten características económicas y demográficas.
En ambos territorios, pese a un importante sector turístico y al cultivo de bananas y caña de azúcar, el desempleo –por encima del 20%- sigue siendo elevado y la economía isleña depende en buena medida de los subsidios franceses.
La población, como en otras islas del Caribe, es en su mayoría mestiza, descendiente de los colonos europeos y los esclavos africanos.
La Guyana, con un tamaño algo mayor al de Panamá y una población de poco más de 200.000 habitantes, es un territorio cubierto de bosques con una de las menores densidades de población del continente.
Allí –en concreto en la base de Kourou- se encuentra una lanzadera de cohetes de la Agencia Europea del Espacio. Por esta razón se puede decir que gran parte de los satélites europeos se envían al espacio desde América Latina.
La popularidad de los movimientos nacionalistas en estos enclaves ha sido oscilante.
Tras cobrar fuerza en los 70 y 80 del siglo XX, su influencia parece haber disminuido a principios del XXI.
En los territorios franceses de América Latina no hay grandes movimientos que piden la independencia. Hubo uno en Guyana, sobre todo en los 70. Y otro en Gualalupe, también en esos años. Después, en Martinica hubo un líder independentista fuerte llamado Alfred Marie-Jeanne, que aún vive, que fue elegido durante años como alcalde de una pequeña ciudad de Martinica y jefe del consejo regional. Pero era elegido no por la perspectiva de alcanzar la independencia, sino porque a la gente le gustaba porque hablaba claro y era honesto, más por su personalidad, apunta Mrgudović.
En 2010, los tres territorios votaron en referéndum contra un aumento de la autonomía del territorio respecto a Francia.
Además de Guyana, Martinica y Guadalupe, Francia mantiene otros enclaves menores en América: San Pedro y Miquelón, San Martín, San Bartolomé y la Isla Clipperton.
A escasos 20 kilómetros de Terranova, este pequeño archipiélago –controlado por París desde 1763- es el último resto de las antiguas posesiones francesas en Canadá.
Actualmente tiene el estatus de colectividad de ultramar, una división administrativa que otorga a los territorios competencias mayores que las de las regiones de la Francia continental en materia aduanera y fiscal.
Un estatus similar mantienen las islas caribeñas de San Martín y San Bartolomé.
La Isla Clipperton, frente a la costa pacífica de México no tiene población y está administrada directamente por el gobierno de París.
TERRITORIOS NEERLANDESES El Reino de los Países Bajos está constituido por cuatro países independientes: los Países Bajos, Aruba, Curazao y San Martín.
Estos tres últimos territorios se encuentran en el Caribe y constituyen junto con las islas de Saba, Bonaire y San Eustaquio, los últimos territorios vinculados a este país europeo en América.
Anteriormente, este conjunto de islas era conocido como Antillas Holandesas.
En 1986, Aruba cuya población es ligeramente superior a 100.000 habitantes se constituyó como país independiente dentro del reino y en 2010 siguieron sus pasos Curazao y San Martín, con una población de 145.000 y 37.000 habitantes respectivamente.
Sin embargo, pese a la consideración de países independientes, estos territorios no gozan de independencia plena.
El rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos es el jefe de Estado y –pese a tener autonomía en asuntos internos-, la política exterior y la defensa de Aruba, San Martín y Curazao siguen dependiendo Holanda. Todos los habitantes de los territorios neerlandeses independientemente de si nacieron en Europa o en el Caribe tienen un único tipo de pasaporte holandés.
El resto de islas neerlandesas en el Caribe (Bonaire, Saba y San Eustaquio) adoptaron, también en 2010, el estatus de municipios especiales dentro de los Países Bajos, por lo cual forman parte integral de ese país y tienen la misma consideración que su territorio europeo.
GROENLANDIA Es la mayor isla del mundo y el mayor territorio del continente americano bajo soberanía de un Estado europeo.
Groenlandia –donde habitan cerca de 60.000 personas y cuyo territorio está cubierto de hielo en un 80%- es un país autónomo perteneciente al Reino de Dinamarca.
En 1814 se convirtió en colonia danesa, pero este estatus se ha ido transformando. En 1953 pasó a ser un territorio danés de ultramar y en 1979 obtuvo su propio parlamento y un autogobierno limitado.
En 1983, en un referéndum, Groenlandia decidió abandonar el Espacio Económico Europeo. Por esta razón, aunque Dinamarca pertenece a la Unión Europea, la isla no forma parte de la organización.
Esta situación volvió a cambiar en 2008, cuando los groenlandeses votaron por aumentar su autonomía.
Sin embargo, Dinamarca mantiene el control de la política exterior del país, la seguridad y la política financiera y el jefe de Estado del territorio es la reina Margarita II de Dinamarca.
PUERTO RICO Y LAS ISLAS VÍRGENES DE EE.UU. El Estado Estado libre asociado de Puerto Rico es un territorio no incorporado de Estados Unidos, un estatus que se aplica a aquellos lugares que están bajo la soberanía estadounidense, pero no forman parte del territorio nacional del país.
Bajo esta consideración, los puertorriqueños tienen pasaporte estadounidense, sus soldados combaten bajo la bandera de EE.UU. y la moneda de la isla es el dólar, pero no tienen derecho a elegir al presidente y su único representante en el Congreso carece de voto.
Aunque Puerto Rico no está incluido en la lista de Naciones Unidas de territorios sin descolonizar, el Comité Especial de Descolonización ha pedido a Estados Unidos en varias ocasiones que ponga en marcha un proceso que permita a Puerto Rico el ejercicio pleno del derecho inalienable de autodeterminación en independencia.
El territorio ha celebrado varios referéndums sobre su estatus político, el último en noviembre de 2012.
En esa ocasión, el 53.99% de los votantes manifestó no estar satisfechos sobre la actual condición política de su isla.
Y ante la pregunta de cómo les gustaría que se considerara a Puerto Rico, el 61.15% votó por convertirse en el estado número 51 de EE.UU, el 33.31% por ser un estado libre asociado soberano y el 5.53% por transformarse en una nación independiente.
El resultado de la consulta no fue vinculante y el futuro de la isla dependerá del Congreso de Estados Unidos, donde se discutira y votará si Puerto Rico se convierte en el estado 51 de la federación.
El pasado mayo, el representante de Puerto Rico ante Washington, Pedro Pierluisi, presentó ante el Congreso el proyecto de ley Puerto Rico Status Resolution Act, cuyo objetivo es que se inicie el proceso de admisión del territorio en Estados Unidos.
Las Islas Vírgenes de Estados Unidos también están consideradas un territorio no incorporado de Estados Unidos.
Este archipiélago, en el que viven más de 100.000 personas está incluido en la lista de la ONU de territorios no descolonizados.