Argel. El jefe del Ejército de Argelia y viceministro de Defensa, el general Ahmed Gaïd Salah, pidió la inhabilitación del presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, gravemente enfermo desde 2013.
En un discurso durante una visita oficial a la localidad central de Ouargla, Gaïd Salah, uno de los hombres más fieles al mandatario, apostó por aplicar el artículo 102 de la Constitución como desde hace un mes demanda el pueblo argelino en la calle.
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“La situación en nuestro país está marcada en estos días por marchas populares pacíficas, organizadas en todo el territorio nacional, que exigen cambios políticos”, explicó el oficial, la mano derecha de Bouteflika desde que este accediera al poder en 1999.
Se trata de unas protestas que, pese a ser pacíficas, “podrían ser explotadas por partes hostiles y malintencionadas, tanto en el interior como en el exterior el país, para tratar de quebrar su estabilidad”, argumentó.
Por ello “y para evitar a nuestra nación cualquier situación incierta, es deber de todos trabajar con patriotismo y sacrificio y privilegiar los intereses supremos del país para encontrar, en el futuro inmediato, una solución para resolver la crisis”, añadió.
“Una solución únicamente cabe en el marco de la Constitución, que es la única garantía para la preservación de una situación política estable”, remarcó.
“En este contexto, se hace necesario, incluso imperativo, adoptar una solución para salir de la crisis que responda a las demandas legítimas del pueblo argelino y que garantice el respeto de las disposiciones de la Constitución y el mantenimiento de la soberanía del Estado”, agregó.
“Una solución capaz de alcanzar el consenso de todas las visiones y el acuerdo unánime de todas las partes, estipulada por la Constitución en su artículo 102”, que permite la inhabilitación del presidente, concluyó.
Argelia es escenario desde hace un mes de manifestaciones masivas cada viernes en las que se exige la renuncia del presidente, la salida del actual Gobierno y la apertura de un periodo de transición que desemboque en unas elecciones.
Las protestas, apoyadas por el oficialismo, el Ejército, la oposición y la sociedad civil lograron que el pasado 11 de marzo Bouteflika, discapacitado desde 2013, renunciara a la reelección para un quinto mandato y aplazara los comicios previstos para el 18 de abril.
La maniobra no sirvió para calmar la situación en la calle, que exige la renuncia de su círculo de poder, al que acusa de corrupción y responsabiliza de la aguda crisis económica que desde 2014 padece el país.
El pasado viernes, millones de personas volvieron a salir a la calle para protestar contra la decisión de colocar al ministro de Interior, Nouredin Bedaui, y al ex canciller Ramtam Lamamra, al frente de ese Gobierno de concertación que debía organizar la transición.
Los manifestantes pidieron el cese de ambos y de todos los ministros del anterior gabinete y la elección de un Consejo presidencial y de un Gobierno de tecnócratas que convoquen una Conferencia Nacional y reformen la ley electoral antes de llamar a las urnas. Fuente: EFE