La crisis generada en Nigeria tras el secuestro de 230 niñas de un internado escolar ha aumentado la preocupación internacional en relación con el grupo radical islámico Boko Haram, que desde 2002 lleva a cabo una campaña de violencia en el país.
La organización no se ha responsabilizado del plagio, pero las autoridades sostienen que todas las señales apuntan a este grupo.
Este viernes, ministros, gobernadores, y líderes militares y religiosos sostuvieron una reunión de alto nivel para discutir la situación, tras lo cual el gobierno se comprometió a hacer todo lo posible para rescatar a las adolescentes.
Desde que el secuestro en Chibok, en el noreste del país, el gobierno ha sido ampliamente criticado por su débil respuesta a la situación. Unas 40 jóvenes lograron escapar, pero 190 están aún desaparecidas.
Boko Haram, cuyo nombre significa “la educación occidental es un pecado”, fue fundado en 2002 y en el último lustro ha desatado una campaña de violencia sostenida con el objetivo de derrocar al gobierno y establecer un Estado islámico.
El grupo promueve una versión del Islam que prohíbe a los musulmanes participar en cualquier actividad asociada con Occidente.
Esto incluye votar en elecciones, vestir camisas y pantalones y recibir una educación no islámica.
Boko Haram ha atacado numerosas escuelas en el pasado, en un intento por atemorizar a los padres y disuadirlos de que envíen a sus hijos a escuelas no islámicas.
FUERTE ARRAIGOEl grupo islámico tiene un fuerte arraigo en el estado de Borno, en el noreste de Nigeria, donde surgió originalmente.
Fue allí que el carismático clérigo Mohammed Yusuf, fundador del grupo, creó un complejo religioso que incluía una mezquita y una escuela islámica.
Muchas familias musulmanas de toda Nigeria e incluso países vecinos comenzaron a enviar a sus hijos a esta escuela, que se convirtió en una fuente de reclutamiento del grupo.
“Los miembros de la organización están muy afianzados en las comunidades del noreste del país -le explicó a BBC Mundo el periodista nigeriano Fidelis Mbah-, de manera que es casi imposible distinguir quién pertenece a Boko Haram y quién no”.
“Así que los residentes están atrapados en medio de los ataques del grupo islamista y los contraataques de las fuerzas armadas”, añade.
Mbah dice que desde 2010, después de que el ejército atrapara y ejecutara al líder Mohammed Yusuf, Boko Haram se ha vuelto cada vez más violento.
Unas 50.000 personas han huído de la violencia refugiándose en el vecino estado de Níger.
INTENSIFICACIÓN DE LA VIOLENCIASe estima que sólo en lo que va de año, Boko Haram ha matado al menos 1.500 personas.
Inicialmente, su marca por excelencia eran los ataques de hombres armados. Desde motocicletas disparaban contra policías, políticos, e incluso clérigos musulmanes moderados y líderes cristianos.
Pero en los últimos años el grupo ha lanzado una ofensiva con ataques de mayor alcance en todo el norte de Nigeria.
Esto incluye el ataque a una estación de autobuses en las afueras de la capital, Abuya, en el que murieron más de 70 personas. Este atentado es considerado la mayor embestida de la organización en esa ciudad.
Expertos señalan que, de este modo, Boko Haram quiere mostrar que está presente en toda la región y no sólo en Borno.
El grupo también se ha caracterizado por frecuentes ataques a iglesias y comunidades cristianas.
En un video en YouTube, el actual líder de la organización, Abubakar Shekau, ha defendido la ofensiva contra cristianos señalando que es una venganza por ataques que estos han perpetrado contra musulmanes.
En los últimos años ha aumentado la preocupación internacional en torno de Boko Haram.
Un informe del Congreso de Estados Unidos publicado en noviembre de 2011 advierte que Boko Haram “es una amenaza creciente” a los intereses del país y asegura que la organización tiene vínculos con al Qaeda.
La preocupación se ha hecho incluso más patente desde el secuestro de las 230 niñas.
Y aunque Boko Haram no se ha atribuido la autoría del hecho, la mirada internacional se ha volcado aún más sobre esta agrupación.