Kinshasa. El número de muertes probables por ébola en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) ha aumentado a 273, de las que 225 dieron positivo en el laboratorio, según los últimos datos divulgados por el Ministerio de Sanidad.
En un informe publicado a última hora del jueves con cifras vigentes hasta el 5 de diciembre, las autoridades indicaron que el total de casos se sitúa en 471, de los cuales 423 están confirmados y 48 son probables.
El brote se declaró este 1 de agosto en las provincias de Kivu del Norte e Ituri, pero el control de la epidemia se ha visto perjudicado por el rechazo de comunidades a recibir tratamiento y la inseguridad en la zona, donde operan grupos armados.
Hasta la fecha, 44 trabajadores de centros de salud que combaten la epidemia han sido infectados (9 por ciento del total de casos), de los que 12 han fallecido, precisó el Ministerio de Sanidad.
Las autoridades también expresaron su “preocupación” por la situación en las zonas urbanas de Butembo y Katwa, en Kivu del Norte, donde “en las últimas tres semanas se ha observado un aumento significativo en los casos de ébola”.
“Los principales desafíos en estas áreas están relacionados con la alta densidad y movilidad de la población. Además, la renuencia por parte de la comunidad es más violenta que la renuencia observada generalmente durante brotes previos de ébola”, subrayó el informe.
“Una minoría de la población en estas áreas —agregó— expresa su reticencia a través de la destrucción regular de equipos médicos y centros de salud, así como los ataques físicos a los trabajadores de la salud”.
Desde el pasado 8 de agosto, cuando empezaron las vacunaciones, más de 41.200 personas han sido inoculadas, en su mayoría, en las ciudades de Beni, Katwa, Mabalako y Butembo.
“Con más de 40 mil personas vacunadas, los equipos de vacunación han prevenido decenas de miles de casos y muertes”, afirmó el Ministerio.
Sin esa respuesta, matizó, el país “probablemente ya habría alcanzado más de 10 mil casos de ébola en cuatro meses”.
Esta epidemia se ha convertido en la segunda más grande de la historia en número de casos, sólo por detrás de la declarada en 2014 en África Occidental.
Se trata del segundo brote declarado en 2018 en RDC —sólo ocho días después de que el ministro congoleño de Sanidad, Oly Ilunga, proclamase el fin de la anterior epidemia, en el oeste del país— y el peor de la historia de esta nación en cuanto a contagios.
El brote más devastador a nivel global fue declarado en marzo de 2014, con casos que se remontan a diciembre de 2013 en Guinea Conakri, país del que se expandió a Sierra Leona y Liberia.
Casi dos años después, en enero de 2016, la Organización Mundial de la Salud (OMS) proclamó el fin de esa epidemia, que causó 11.300 muertos y más de 28.500 contagios, cifras que, según esta agencia de la ONU, podrían ser conservadoras.
El virus del ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados, provoca fiebre hemorrágica y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90 % si no es tratado a tiempo.
Fuente: EFE