Los egipcios acudirán a las urnas este 14 y 15 de enero para votar por una nueva Constitución.
De ser aprobada la nueva Carta Magna, reemplazará la que fue ratificada durante el mandato del expresidente Mohammed Morsi hace un año, siete meses antes de ser depuesto por los militares.
¿POR QUÉ EGIPTO HACE UN REFERENDUM?
En diciembre de 2012, fue aprobada la constitución anterior en un referendo votado por el 64%, pero en el que sólo participó el 33% del electorado. Esta constitución fue suspendida al ser derrocado el expresidente Morsi en julio de 2013.
Las autoridades del gobierno interino quieren demostrar que contaron con el apoyo popular para remover al presidente y para reprimir a los Hermanos Musulmanes, movimiento islamista al que pertenece.
¿QUÉ SE CRÍTICA DE LA CONSTITUCIÓN ANTERIOR?
Los críticos aseguran que el influyente grupo islamista que redactó la constitución en diciembre de 2012 no representaba a la sociedad egipcia.
Los grupos liberales y seculares han dicho que fallaba en proteger las libertades buscadas en el levantamiento de 2011 contra el expresidente Hosni Mubarak. En particular han criticado las disposiciones relativas a los tribunales militares y los principios de la Sharia.
Aseguran que esa constitución no protege suficiente los derechos de las mujeres o los cristianos que representan el 10% de la población.
¿DIFERENCIA A LA NUEVA CARTA MAGNA?
La nueva constitución fue redactada por un comité de 50 personas que incluían sólo dos representantes de partidos islamistas. Bajo la nueva carta, el Islam seguirá siendo “la religión del Estado” y los “principios de la Sharia” continuarán siendo “la principal fuente de legislación”.
Sin embargo, una disposición de la Constitución de 2012, que daba una detallada definición de los “principios” fue removida. Los partidos no podrán ser “formados sobre la base de religión, género, raza o geografía”. Mientras que el texto anterior decía solamente que no podrían “discriminar” con base en la religión.
Durante los dos primeros períodos presidenciales después de que sea ratificada la Constitución, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (SCAF), órgano de gobierno de los oficiales de alto rango en el Ejército, aprobará el nombramiento del ministro de Defensa. Este artículo, que no tiene equivalente en la Constitución de 2012, implica que el presidente no podrá decidir libremente sobre la elección del ministro de Defensa.
Además, un artículo ampliado sobre los tribunales militares especifica que los civiles pueden ser juzgados en ellos por “ataques directos” a instalaciones, personal, equipo, documentos o fondos militares.
Por primera vez, el Parlamento tiene la facultad de remover a un presidente electo y procesarlo.
¿CÓMO SE SIENTEN LOS EGIPCIOS?
Ante la llegada del referendo las fuerzas políticas están divididas sobre si votar a favor de la nueva constitución, rechazarla, o boicotear todo el proceso. Entre quienes respaldan la iniciativa se encuentran el Partido Salfista Nour, así como los partidos Dustour, Wafd y Egipcios Libres. Incluso el popular movimiento Tamarod –que en español significa ‘revolución’- apoya el voto por el ‘Sí’.
Pero otros, como el Partido Fuerte de Egipto, el Movimiento Juvenil 6 de Abril –que lideró las protestas contra Hosni Mubarak y Mohammed Morsi- el movimiento de los Socialistas Revolucionarios y el movimiento del No a los Juicios Militares, están en contra de algunos artículos que todavía conceden amplios poderes a los militares. Algunos grupos dicen que no pueden participar en un proceso establecido por lo que ellos llaman las “autoridades golpistas”.
La Alianza Nacional de Apoyo a la Legitimidad (NASL), pro Hermanos Musulmanes, planea boicotear el referendo. La NASL es una coalición de partidos islamistas que asegura que quiere “proteger la revolución” y “defender la legitimidad” del expresidente Morsi.
Los canales de televisión pública y privada emiten en su mayoría puntos de vista a favor de la Constitución.
¿SERÁ UNA JORNADA VIOLENTA?
El referendo se produce en un momento en el que los partidarios de los Hermanos Musulmanes han estado protestando en todo el país desde que el gobierno interino calificó al grupo como una organización terrorista en diciembre.
El gobierno dice que tiene un plan con fuertes medidas de seguridad.
Las fuerzas de seguridad han adoptado una actitud de cero tolerancia frente a las manifestaciones no autorizadas, amparadas en una nueva ley que prohíbe encuentros de más de 10 personas sin antes notificar a las autoridades.
El ministro del Interior dice que 200 mil oficiales de policía, 150 unidades de seguridad central y 200 grupos de combate serán desplegados alrededor de los puestos de votación durante los dos días del referendo.
También se estima que fuerzas de seguridad adicionales protegerán instalaciones vitales, como el Banco Central de Egipto, los acueductos, centrales eléctricas y el Parlamento.