Un sanguinario ataque contra hoteles, restaurantes y edificios públicos localizados cerca del turístico archipiélago de Lamu, en Kenia, dejo al menos 48 muertos.
El atentado, ocurrido el domingo en la noche, se atribuye al comando Al Shabab, compuesto por islamistas somalíes, los mismos que en septiembre del 2013 atacaron el centro comercial Westgate de Nairobi, provocando la muerte de 67 personas.
Calificado como el más letal y dramático atentado desde lo ocurrido en Westgate, ha dejado a la población local en shock hasta esta mañana. Entre los escombros todavía se escuchan gritos de dolor, señaló AFP.
Sin piedad, alrededor de 50 hombres armados ingresaron a la localidad de Mpeketoni, donde abrieron fuego tanto en la calle, como dentro de varias residencias. Puerta por puerta acudieron en la búsqueda de sus víctimas, el objetivo: cualquiera que no crea en Alá y que celebre el occidente viendo el Mundial.
Los disparos siguieron hasta la noche y el ejército desplegó dispositivos aéreos para localizar a los terroristas, según el Centro Nacional de Gestión de Catástrofes (NDOC).
El primer punto de ataque: la comisaría policial. “Desde que comenzó el ataque contra la comisaría de policía, las autoridades locales pidieron a todos los establecimientos que estaban retransmitiendo el partido que cerraran y a los clientes que se fueran a sus casas”, explicó el periodista local, Ferdinand Omondi a la agencia AFP.
Parece que la mayoría de los hombres consiguieron escapar y siguieron sembrando el terror en las localidades de los alrededores, especialmente en Kibanoi, a unos seis kilómetros de Mpeketoni.
Con este terrorífico atentado, son 77 las víctimas mortales registradas desde principio de año, en actos que se atribuyen a Al Shabab o a sus seguidores.