“¿Y qué nombre le ponemos? ¿República del sur de Sudán o república al sur de Sudán?”, le preguntó Riek Machar, el vicepresidente del país, al empresario Ashraf al Cardinal mientras tomaba desayuno. “¡Es tu república! ¡Tú escoge!”, le contestó.
Ayer, se cumplieron tres años de esta conversación, que por cierto la puede ver en el canal de You Tube de “The New York Times” y, tal cómo se preveía, el destino del país resultó ser un desastre.
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Ayer Sudán del Sur cumplió tres años de su independencia de Sudán, tras una guerra civil que duró 22 años y dejó más de dos millones de muertos y no hubo ninguna razón para celebrar el aniversario.
Según la ONU, de los 10,8 millones de personas que viven en el país africano, la mitad necesitará ayuda humanitaria para garantizar su supervivencia.
Hambre, guerra civil, un millón de desplazados, 400.000 refugiados (el 14% de la población) y un 50,6% de pobreza están llevando a la nación más joven del mundo a un paso del colapso.
LAS RAZONES DEL DESASTRE¿Cuál es la raíz de este caos? Las diferencias étnicas. Actualmente existe un conflicto entre el presidente Salva Kiir y su ex vicepresidente y ahora líder rebelde Riek Machar, quienes provienen de los pueblos dinka y nuer, respectivamente. Kirr acusa a Machar de haber querido dar un golpe de Estado y eso llevó al Ejército a dividirse. El enfrentamiento entre ambos ya causó 10 mil muertos.
Resulta paradójico que siendo un país ubicado sobre ricas reservas de petróleo, con extensas zonas madereras y tierras fértiles, Sudán del Sur esté tan mal. Y a todos los problemas mencionados, ahora se suma un brote de cólera en la capital, Juba, que ha dejado 60 muertos desde mayo. Ya se dijo, no hay razón para celebrar.
DATOS ALARMANTES-El PBI es de US$13.734 millones y el PBI per cápita llega a US$1.262.
-Tres cuartos de la población (10,8 millones) son analfabetos y un tercio sufre de desnutrición crónica.
-La revista alemana “Der Spiegel”, indica que solo el 1% de la población tiene acceso a la electricidad. El país apenas tiene 2.200 teléfonos y dos millones de celulares, según EE.UU. La TV está totalmente controlada por el gobierno.