Nueva York. El accidente de Ethiopian Airlines, que provocó la suspensión de uso de los Boeing 737 MAX en todo el mundo, plantea dudas sobre la certificación de este avión y los estrechos vínculos entre el fabricante aeronáutico estadounidense y las autoridades del mismo país.
Esto es lo que sabemos, diez días después del accidente.
- Los hechos -
El 10 de marzo, un Boeing 737 MAX 8 de Ethiopian Airlines, que debía efectuar la ruta Adís Abeba-Nairobi, cayó al sureste de la capital etíope, matando a las 157 personas a bordo.
Fue el segundo accidente en cinco meses de este modelo de avión, una versión del 737 MAX que reemplaza al 737 NG de un solo pasillo.
El primero tuvo lugar el 29 de octubre en el mar de Java, Indonesia, cuando un 737 MAX 8 de la aerolínea indonesia Lion Air se estrelló, matando a 189 personas.
- Suspensión de uso -
El uso de los 737 MAX se prohibió temporalmente en todo el mundo.
Esto podría durar tres meses, según la hipótesis más optimista planteada por Richard Aboulafia, experto de Teal Group.
Es también el escenario que prevé United Airlines, que ya optó por cancelar los vuelos de 737 MAX 9 programados para fines de mayo.
En 2013, el 787 Dreamliner tuvo prohibido volar durante cuatro meses por un problema con la batería.
- Accidentes vinculados -
Ambos aviones 737 MAX involucrados en los accidentes de los últimos meses se estrellaron apenas unos minutos después del despegue.
Las autoridades etíopes, al igual que la Oficina Francesa de Investigación y Análisis (BEA) -que descifró las cajas negras-, informaron “claras similitudes” entre el vuelo 302 de Ethiopian Airlines y el vuelo 610 de Lion Air.
- Investigaciones -
En ambos casos, las investigaciones están en curso y habrá que esperar varios meses antes de conocer la causa exacta de los accidentes.
Se espera que Etiopía emita un informe preliminar unos 30 días después de descifrar las cajas negras.
Los primeros elementos de la investigación sobre Lion Air implicaron un mal funcionamiento del sistema de estabilización de vuelo destinado a evitar un bloqueo de la aeronave, conocido como MCAS (Maneuvering Characteristics Augmentation System).
Los pilotos estadounidenses también reportaron problemas con el MCAS.
- Reacción de Boeing -
El fabricante de la aeronave ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas, envió personal al lugar del accidente y colabora con los investigadores.
También está “finalizando” un correctivo para el MCAS y una actualización de los manuales de vuelo y de los entrenamientos de pilotos.
La Agencia Federal de Aviación estadounidense (FAA) le dio plazo hasta abril, a más tardar, para realizar estos cambios. Según dos fuentes industriales, el correctivo estará listo en unos diez días y tomará aproximadamente dos horas completar la reparación.
Boeing también suspendió la entrega de los 737 MAX, pero continúa produciéndolos.
- La polémica -
Desde el accidente de Ethiopian Airlines, se han destacado los estrechos vínculos entre la compañía de aviones y la FAA, que incluso tiene oficinas en las fábricas de Boeing.
La FAA ha tercerizado la certificación de aeronaves en los últimos diez años, confiándola a los propios fabricantes de aviones.
Sus críticos sospechan que la agencia ha sido demasiado complaciente con Boeing, un gran contribuyente a la economía de Estados Unidos, cuyos aviones también están en la mesa de negociaciones comerciales entre Washington y Pekín.
Empleados de Boeing acreditados por la FAA fueron quienes certificaron el sistema MCAS, según fuentes concordantes.
- Las otras autoridades de EE.UU. -
Los departamentos de Justicia y Transporte han abierto una investigación sobre la certificación del 737 MAX, según el Wall Street Journal.
La investigación del Departamento de Justicia es penal.
El Comité de Transportes de la Cámara de Representantes también está considerando una investigación y audiencias públicas de los funcionarios de la FAA.
- Impacto financiero -
El costo dependerá de la causa final de los accidentes. Si solo se trata de cambiar el MCAS, la factura será inferior a 1.000 millones de dólares, calcula el experto en Canaccord Ken Herbert.
Esta suma sería irrisoria para Boeing, que espera un flujo de caja de 15.000 millones de dólares este año después de alcanzar un volumen de negocios sin precedentes, de más de 100.000 millones en 2018.
Sin embargo, es necesario prever la compensación que las empresas, como Norwegian, han comenzado a reclamar, sin contar las demandas de las familias de las víctimas.
Mientras tanto, Boeing ya ha perdido casi 30.000 millones de dólares en capitalización bursátil.
El fabricante continúa por ahora produciendo el 737 MAX a una tasa de 52 aviones por mes. Si la prohibición de vuelos persiste, seguramente surgirá la cuestión de suspender la producción.
Fuente: AFP