Por lo menos 500 muertos dejaron los combates por el aeropuerto militar de Tabqa, última base que permanecía en manos del ejército sirio en la provincia de Raqqa y que fue tomada por los yihadistas del Estado Islámico (EI), informó ayer una ONG.
“Unos 170 soldados sirios murieron el domingo en la ofensiva que permitió a los yihadistas (...) tomar el aeropuerto de Tabqa”, indicó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), quien añadió que 346 yihadistas habían fallecido desde el martes por la noche.
La televisión siria informó que las tropas habían evacuado la instalación aeroportuaria pero que los combates continuaban en el exterior. Los bombardeos aéreos de las fuerzas sirias no lograron doblegar a los extremistas.
Asimismo, el grupo terrorista rodeó a por lo menos 150 soldados en las inmediaciones de la terminal aérea, explicaron los defensores de los derechos humanos, que consideraron probable que hayan sido tomados como prisioneros.
La base aérea fue una de las instalaciones gubernamentales más importantes de la zona y albergaba varios escuadrones de aviones de guerra, helicópteros, tanques, artillería y municiones.