Bangkok. Ocho presos acusados de narcotráfico, incluido el brasileño Rodrigo Gularte, fueron ejecutados esta madrugada ante un pelotón de fusilamiento en Indonesia, tras fallar todas las peticiones de clemencia.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Los reos fueron ajusticiados en la isla de Nusakambangas horas después de despedirse de sus familiares y tras expirar las 72 horas de plazo desde que la Fiscalía ordenara el sábado pasado que se aplicara sus sentencias de muerte, informó el diario “The Jakarta Post”.
En el último momento, las autoridades evitaron el fusilamiento de la filipina Mary Jane Veloso, también sentenciada a la pena capital, horas después de que la mujer que la contrató para transportar droga se entregara a la Policía en Filipinas.
#Indonesia: Claves sobre la inminente ejecución de extranjeros http://t.co/j5IbiWnawg pic.twitter.com/X8pp9wyJJ6— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) abril 28, 2015
Un décimo recluso, el francés Serge Atlaoui, no recibió la notificación porque está pendiente de un recurso de apelación.La familia y el Gobierno brasileño habían alegado que Gularte padecía esquizofrenia, por lo que según las leyes indonesias no podía ser ejecutado, pero las autoridades decidieron aplicar de todas formas la pena capital.El brasileño fue arrestado en el 2004 por llevar seis kilogramos de cocaína en varias tablas de surf.Junto con Gularte, fueron ajusticiados los australianos Andrew Chan y Myuran Sukumaran, el ghanés Martin Anderson, el indonesio Zainal Abidin y los nigerianos Raheem Agbaje, Silvester Obiekwe Nwaolise y Okwudili Oyatanze.Las ejecuciones tuvieron lugar en la prisión de Nusakambangan, situada en el sur de Java, a unos 830 kilómetros al sureste de Yakarta.El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el primer ministro de Australia, Tony Abbott, y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, entre otros gobiernos y organizaciones internacionales, habían pedido clemencia para los condenados.Sin embargo, el Gobierno indonesio del presidente Joko Widodo rechazó las peticiones, al tiempo que pidió que se respeten sus leyes y defendió el uso de la pena capital como medida disuasoria en la lucha contra el tráfico de drogas.
Fuente: Agencias