El grupo Estado Islámico (EI) pone explosivos en las casas, con sus habitantes dentro, y bloquea las puertas para evitar que huyan. Así se preparan los yihadistas para el asalto final de las fuerzas iraquíes en Mosul, Iraq.
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Las tropas iraquíes avanzan cada día un poco hacia las estrechas callejuelas de la ciudad vieja, último bastión del Estado Islámico en Mosul que sus combatientes pretenden defender hasta la muerte, como les pidió su líder Abu Bakr al Bagdadi.
Los habitantes conocen igualmente el cercano final, pero para ellos es imposible huir.
“Dáesh (acrónimo árabe del Estado Islámico) vino a nuestra casa y soldó la puerta. Nos dieron un poco de agua, una tela blanca y nos dijeron: 'Tened vuestra mortaja'”, contó una habitante del barrio de Zinjili a uno de sus allegados, residente en la parte este de Mosul, que las fuerzas iraquíes recuperaron a finales de enero.
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En un mensaje de voz, confiesa entre lágrimas ser prisionera en su propia casa, sin comida, con su marido y sus cuatro hijos, de los cuales la mayor tiene 15 años.
“Cuando sospechan que una familia quiere irse, les encierran en su casa. Y en algunos casos, sueldan las puertas”, confirma un habitante del barrio de Mashahda, en la ciudad vieja, que se presenta con el nombre de Abu Rami.
— Casas bomba —
“Estas familias solo pueden morir de hambre, por enfermedades o por los bombardeos”, suspira el joven de 35 años.
El Estado Islámico practica esta estrategia de “detención” de civiles “desde hace poco”, explica.
Con aproximadamente 600 hombres aún presentes en la parte oeste de la segunda ciudad del país, según el militante de la sociedad civil Abdelkarim al Obeidi, los yihadistas son superados en número por los miles de combatientes de los servicios antiterroristas (CTS), del ejército y de la policía federal.
Los escudos humanos son su defensa. Unas 250.000 personas están retenidas en el casco viejo y en el puñado de barrios de alrededor controlados por el Estado Islámico, estima Obeidi.
Para evitar un éxodo de civiles, los yihadistas también colocan explosivos en las casas, una táctica ya utilizada ampliamente contra las fuerzas gubernamentales estos últimos meses para contener su avance.
“Los grupos de Dáesh ponen bombas en las casas con sus habitantes dentro”, afirma el general de división Thamer Abu Turab, de la fuerza de reacción rápida del ministerio del Interior.
Desde el avance lanzado la semana pasada en el noroeste de la ciudad, “ya hemos encontrado ocho casas como esta, donde nuestros equipos de desminado han desactivado artefactos y liberado a las familias”, señala.
Fuente: AFPLAS ÚLTIMAS NOTICIAS DEL MUNDO... Tweets por el @Mundo_ECpe.