El primer ministro japonés Shinzo Abe defendió la caza de delfines argumentando que el mundo debe comprender esta tradición que -señaló- forma parte de la cultura de su país y ayuda económicamente a las comunidades pesqueras, informó la agencia AFP.La cacería anual de la aldea de Taiji (oeste) provocó indignación en la comunidad internacional, sobre todo de la embajadora de Estados Unidos en Japón, Caroline Kennedy, quien denunció en un mensaje en su cuenta Twitter “la falta de humanidad” de esta práctica.Sin embargo, Abe defendió esta tradición japonesa. “La caza de delfines que tiene lugar en la localidad de Taiji es una antigua práctica arraigada en su cultura (...) que le permite subsistir”, dijo a la cadena CNN.Los cazadores de este pequeño puerto atraen a los delfines a una bahía y matan a algunos de ellos para vender su carne. Los otros son vendidos a parques acuáticos.
Sin embargo, según reveló a la AFP Melissa Sehgal, de Sea Sepherd, una organización ecologista con sede en Estados Unidos, en Taiji mataron a más de 600 delfines de los 1.200 que fueron atrapados en la bahía desde el 1 de setiembre.