Así como continúan las protestas por la muerte de Mahsa Amini -quien perdió la vida a mediados de setiembre bajo custodia de la policía de la moral de Irán-, también la represión. De hecho, hasta hace una semana, varios tribunales de Teherán condenaron a 400 personas -”a penas de prisión de hasta diez años”-, mientras que ya se registran más de 300 muertos durante las manifestaciones.
Y otra veintena podría seguirle los pasos a Mohsen Shekari y Majidreza Rahnavard, quienes fueron ejecutados por estar vinculados a las protestas.
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En respuesta, la semana pasada el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas expulsó a Irán de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. Su argumento: el país “socava continuamente y reprime cada vez más los derechos humanos de las mujeres y las niñas, incluido el derecho a la libertad de expresión y opinión, a menudo con el uso excesivo de la fuerza”.
Además, el secretario general de la ONU, António Guterres, declaró: “Está muy claro que es totalmente inaceptable la forma en que Irán ha reaccionado a las protestas y estamos asistiendo a violaciones masivas de los derechos humanos que condenamos con firmeza”.
Y, ahora, las Naciones Unidas dan un paso más.
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Federico Villegas, presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, anunció la creación de una misión de investigación. El grupo estará conformado por tres mujeres: Viviana Krsticevic, Shaheen Sardar Ali y Sara Hossain. Su objetivo: “investigar las presuntas violaciones de los derechos humanos en la República Islámica de Irán relacionadas con las protestas que comenzaron el 16 de setiembre del 2022, especialmente con respecto a las mujeres y los niños”.
En respuesta, Khadijeh Karimi, vicepresidenta para la Mujer y la Familia de Irán, afirmó que el Gobierno no reconocerá la misión. Tampoco colaborarán con ella.
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Pero, ¿quiénes son las integrantes de este grupo? Aquí te lo contamos.
Según Telám, la abogada ante el "Tribunal Supremo de Bangladesh y veterana activista por los derechos humanos" presidirá la misión. No es una desconocida para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU: antes fue parte de la comisión que investigó las protestas del 2018 en la Palestina ocupada. Previo a ello, fue relatora especial sobre la República Democrática de Corea.
En el 2016, fue galardonada con el International Women of Courage Award, entregado por el Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry.
Según las Naciones Unidas, entre el 2017 y 2018, ella también trabajó como miembro de la junta de Trustees of the UN Voluntary Fund for Victims of Torture.
Su perfil de la Universidad de Warwick, donde es profesora, la describe como "una académica sociojurídica" que "ha escrito extensamente en el campo de la ley islámica, los derechos humanos, los derechos de las mujeres y los niños".
Ella estudió leyes en la Universidad de Peshawar, luego en la U. de Hull, donde finalmente hizo su doctorado. Más tarde, fue rectora de la Academia Nacional de Educación Superior paquistaní y directora del Centro de Estudios de la Mujer en la U. de Peshawar.
Además, fue "la primera Presidenta de la Comisión Nacional sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer" (en Pakistán) y, entre el 2008 y 2014, "miembro y vicepresidente del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la detención arbitraria".
Se desempeña como directora ejecutiva del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), luego de estudiar leyes en la Universidad de Buenos Aires, Stanford University y Harvard Law School.
Según Cejil, ella ha "comparecido ante la Comisión y Corte Interamericana de Derechos Humanos argumentando casos pioneros sobre el marco legal para la rendición de cuentas, violencia de género, espacio cívico, derechos de las víctimas, pueblos indígenas, reparaciones y derechos sociales y económicos".
Su trabajo en la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos prueban que se trata de una letrada de gran nivel.