La crisis que mantuvo dos juntas directivas en el Congreso Nacional de Honduras llegó a su fin este lunes, lo que constituye la primera victoria política de la recién juramentada presidenta Xiomara Castro.
Desde el pasado 21 de enero, una división en el Partido Libertad y Refundación (Libre), en el que milita la propia mandataria, sumió al país centroamericano en la incertidumbre y en una batalla legal.
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Luego de una reunión celebrada esta tade, Jorge Cálix, de la bancada de Libre, cedió la presidencia del parlamento al legislador Luis Redondo, quien milita en el Partido Salvador de Honduras (PSH). Ambos se disputaban el puesto luego de haber sido elegidos en sesiones separadas por un Congreso dividido.
En el encuentro que dio paso a una solución participó el expresidente Manuel Zelaya, quien es coordinador de Libre y esposo de Castro.
“Sigo creyendo que Libre debería presidir el Congreso, pero también reconozco el liderazgo de nuestra presidenta y debo respaldarlo”, dijo a los medios Cálix, según cita el periódico local El Heraldo.
“Este acuerdo está enfocado en buscar la estabilidad en el Congreso (...) el acuerdo beneficia a las mayorías del pueblo”, comentó, por su parte, Zelaya.
Castro no participó de la reunión, ya que hace unos días dijo haberse contagiado con covid-19.
La controversia
Un acuerdo previo a las elecciones entre el partido Libre y el PSH establecía que Salvador Nasralla, quien se disputaba la presidencia del país con Castro, no se presentaría si se le aseguraba la vicepresidencia, así como el liderazgo del Congreso Nacional.
No obstante, una veintena de legisladores de Libre rompió el acuerdo firmado por la mandataria en noviembre de 2021.
Los diputados dijeron públicamente que no se les tomó en cuenta en las negociaciones, por lo que se unieron al opositor Partido Nacional, así como a otras minorías, y eligieron a Cálix como presidente del legislativo.
Esa sesión legislativa estuvo marcada por golpes, gritos y protestas en el hemiciclo que dieron la vuelta al mundo a través de videos en redes sociales.
Después de este hecho, el resto de la bancada de Libre eligió a Luis Redondo, del PSH, con un grupo de legisladores suplentes, con la intención de cumplir con el pacto preelectoral.
Como consecuencia, Castro decidió juramentar su cargo el pasado 27 de enero ante una jueza y no frente al presidente del Congreso, como es costumbre en el país.
¿Qué dice el acuerdo de este lunes?
Una vez se conoció la elección de Cálix, la presidenta Castró anunció la expulsión de Libre de los diputados “disidentes” y los tildó de “traidores”. Según el acuerdo suscrito este lunes, este grupo regresará a las filas del partido.
“Me comprometo a través de este acuerdo a restituir sus derechos como militantes, así como sus cargos dentro de las estructuras del partido, garantizándoles el retorno a su casa política que los vio nacer”, comenta Zelaya en el documento compartido por varios medios del país.
Mientras, Cálix y los demás legisladores “disidentes” se comprometieron a asistir a las convocatorias legislativas.
“Doy un paso al costado por ahora en mis pretensiones políticas, y me comprometo a respetar este acuerdo y atender las convocatorias a reuniones de diputados en el Hemiciclo Legislativo”, dijo Cálix.
En el documento también se reconoce que Libre tiene poder para suscribir acuerdos políticos apoyados por la presidenta.
Castro ganó la pasada elección con 1,7 millones de votos, pero Libre solo obtuvo 50 bancadas en el Congreso, mientras que el PSH logró otras 10. Ambos no alcanzaron la mayoría simple entre los 128 diputados de la unicameral de Honduras.
Lista de corruptos en Estados Unidos
La solución de la crisis en el Congreso fue anunciada al tiempo en que Estados Unidos reveló que el expresidente del país, Juan Orlando Hernández, es parte de su lista de “actores corruptos y antidemocráticos”.
Hernández fue derrotado por Castro el pasado noviembre y estuvo en el poder ocho años.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, explicó en un comunicado que la inclusión de Hernández se produjo luego de informaciones periodísticas “múltiples y creíbles”, que señalaban que estuvo supuestamente implicado en actos significativos de “corrupción y narcotráfico”.
A las personas incluidas en este listado les queda prohibida la obtención de visados.
“Hernández fue identificado por su nombre en el testimonio bajo juramento de un testigo en un proceso penal federal de los EE.UU. por haber recibido ganancias del narcotráfico como parte de la financiación de su campaña”, dice el comunicado del Departamento de Estado.
El pasado año, la fiscalía del Distrito Sur de Nueva York confirmó que investigaba al exmandatario, a quien señalaron como co-conspirador en el juicio de su hermano Juan Antonio Hernández y de otro hondureño hallado culpable de narcotráfico, llamado Geovanny Fuentes Ramírez.
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