“A Nayib Bukele, presidente de El Salvador, le estorba la democracia”. La sentencia llega desde un artículo de “The New York Times” en el que se desglosa porque Bukele es un “hombre autoritario”.
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El perfil del mandatario dista de la imagen que quiere vender al mundo: juventud, idealismo y acción. Ahí está la conversación que sostuvo con el popular youtuber mexicano Luisito Comunica.
Con casi seis millones de reproducciones en YouTube, los comentarios alaban sus posturas y la suerte de tener un presidente como él.
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Pero, una vez más, las redes sociales parecen ser un espejismo. La realidad muestra todo lo contrario, sobre todo ahora que Bukele acaba de destituir a “un grupo de jueces de la Corte Suprema y al fiscal general”.
En esta nota, recordamos las otras acciones que Bukele ha tomado como presidente de El Salvador y que podrían demostrar su talante autoritario.
BOICOTEAR A LA PRENSA
“The New York Times” recuerda que, antes de ser presidente de El Salvador, Nayib Bukele fue alcalde de la capital San Salvador.
Durante su gestión, se le sindicó como líder de un “grupo de informáticos que hicieron ataques digitales a los dos principales diarios impresos del país”.
En respuesta a la investigación, Bukele se dirigió al fiscal general y lo amenazó “con que el pueblo ‘lo iba a sacar de la oficina’”. Más tarde, cuando le tocó dar su descargo, asistió a la audiencia junto a miles de seguidores.
“El País” anota que sus ataques a la prensa independiente no cesaron al llegar a la presidencia.
El medio anota que, “en los dos años que lleva al frente del Ejecutivo, sus ataques al periodismo incluyen a medios locales como El Faro, Gatoencerrado y Factum o a la agencia estadounidense Associated Press”.
Y agrega:
“Pero no se ha limitado a críticas contra los medios independientes, sino que ha impulsado una investigación por lavado de dinero contra El Faro por las subvenciones recibidas de donantes internacionales”.
POR LA RAZÓN O POR LA FUERZA
En febrero del año pasado, Bukele exigió “a los legisladores del país aprobar un préstamo por 109 millones de dólares para equipar mejorar a la policía y los soldados”.
Para presionar, ordenó que varias tropas ingresaran a la Asamblea Legislativa. Las imágenes hablan por sí solas.
Entonces, CNN recordó:
“La Asamblea rechazó la campaña de presión y el incidente afectó la imagen de Bukele en el exterior, aunque el gobierno de Donald Trump -que considera a Bukele un aliado en materia de inmigración y de su estrategia en Venezuela- no condenó sus acciones”.
EL CORONAVIRUS: ¿UNA EXCUSA?
CNN también recuerda que, antes de que se reportaran casos de COVID-19 en El Salvador, Bukele mandó a cerrar las fronteras.
Y no solo eso. “The Washington Post” anota: “zanahorias, palos y terror son, en esencia, los tres pilares sobre los que descansa la ‘estrategia Bukele’ para tratar de amortiguar los efectos” del coronavirus.
¿A qué se refería con “el palo”? Al confinamiento obligatorio y el arresto de aquellos no cumplan con la orden. Tan solo en las primeras 48 horas de la cuarentena, recoge “TWP”, se detuvieron a más de 500 personas.
“Cuando la Corte Suprema declaró que los arrestos eran inconstitucionales y ordenó que se suspendieran, Bukele se negó y los soldados permanecieron en las calles”, anota la CNN.
¿Y el terror? “TWP” escribió:
“El anuncio de la cuarentena obligatoria lo hizo en una cadena nacional en la que mostró proyecciones apocalípticas -falsas, según los entendidos-”.
Y agregó:
“Esa misma noche, se atrevió a tuitear que ‘algunos aún no se han dado cuenta, pero ya inició la Tercera Guerra Mundial’”.
ACABAR CON LAS PANDILLAS
En medio de la pandemia, recoge CNN, se publicaron varias fotos en las que se veía a miembros de pandillas “sin camisa” y “forzados a sentarse uno encima del otro en prisión, a pesar de los peligros” del coronavirus.
Se trataba de la forma en la que Bukele se encargó de desaparecer a las pandillas: “la policía y el ejército” tienen “la autoridad para responder como creyeran conveniente”.
Al respecto, “El País” anota que Bukele se jacta de un increíble descenso de los homicidios en el país y que esto responde a su Plan de Control Territorial “que ha desplegado al ejército en todas las esquinas del país”.
La mano dura y la autorización de “matar si es necesario”, también habrían sumado a su éxito.
Sin embargo, “según las revelaciones de El Faro, esta pacificación se debe a un pacto con las pandillas que el mandatario ha negado”.
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