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Washington (DPA)
La serie de errores cometidos por el Servicio Secreto en la vigilancia del presidente Barack Obama sumó un nuevo capítulo hoy al conocerse que un hombre armado compartió ascensor con el mandatario, informa el “Washignton Post”.
Durante la visita de Obama a una oficina de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Atlanta, el hombre, un guardia de seguridad privado, subió con él al ascensor y sólo llamó la atención cuando empezó a sacar de forma “bastante poco profesional” una serie de todos del presidente con su smartphone.
Cuando el Servicio Secreto se quejó al jefe directo del guardia sobre su comportamiento, se llevaron la siguiente sorpresa desagradable. El hombre fue despedido “de inmediato”, y en ese momento sacó su arma de servicio y se la entregó al superior, ante lo cual los agentes se mostraron “sorprendidos” porque no se habían dado cuenta de que llevaba una, denuncia el “Washington Post”.
Según las reglas del Servicio Secreto, no puede haber ninguna persona armada en las inmediaciones de los presidentes, salvo sus guardaespaldas.
Tras el ingreso a la Casa Blanca de un veterano de la guerra de Iraq que logró burlar los sistemas de seguridad a mediados de setiembre, la directora del Servicio Secreto Julia Pierson tuvo que pedir disculpas el martes por el fallo de sus agentes.
Inicialmente se apuntó que Oscar Gonzalez, de 42 años, había sido detenido en el área de ingreso a la Casa Blanca luego de saltar una elevada valla que rodea el terreno. Pero luego se supo que el hombre fue mucho más lejos y que incluso ingresó en la Sala Este, cuya puerta estaba abierta.
Además, este fin de semana se conoció un caso de 2011 en el que un hombre disparó varias veces con un rifle contra la Casa Blanca sin que los agentes se percataran. El sospechoso fue detenido más tarde sólo gracias a un hecho casual: los casquillos de las balas fueron hallados por una empleada de la limpieza.