Solamente seis estados en EE.UU. ejecutaron prisioneros este año: Texas, Missouri, Georgia, Florida, Oklahoma y Virginia. California, que mandó al patíbulo a un hombre por última vez en 2006, no figura en la lista. Pero fue el estado que dictó más sentencias de muerte: 14 de las 49 emitidas a nivel nacional.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Y ocho de esas sentencias se originaron en un mismo condado: Riverside, el que está situado al este de Los Ángeles y se extiende hasta la frontera con Arizona. Esto, a pesar de que dicho condado tiene una población de nada más 2,3 millones de personas, por 39 millones en toda California.
¿Qué explica el aparente entusiasmo de Riverside con la pena capital?
— A contracorriente —
Un mirada a las estadísticas de años anteriores sugiere que ocho sentencias de muerte en un año es, de hecho, bastante incluso para Riverside. En 2014 el condado sentenció a tres personas a muerte. En 2013 los condenados fueron seis.
Aunque esas cifras siguen siendo altas, si se las compara con las de California o con todo Estados Unidos.California fue el estado que emitió más sentencias a muerte en todo EE.UU. (Foto: Reuters)
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Por ejemplo, el vecino occidental de Riverside, el condado de Los Ángeles, que tiene una población cuatro veces más grande, solamente sentenció a tres personas a muerte en 2015.
Y si bien de 2012 a 2014 (inclusive) el condado de Los Ángeles emitió 17 sentencias a muerte, Riverside le siguió muy de cerca, con 13.
De hecho, si se considera el número de sentencias a muerte emitidas de 2012 a la fecha Riverside nunca ha estado por debajo del tercer lugar entre los más de 3.000 condados de Estados Unidos. Y en 2015 fue el número uno a nivel nacional.
“El condado es el ejemplo más evidente de un nuevo fenómeno que estamos viendo en EE.UU.”, afirma Robert Dunham, director ejecutivo del Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
“Que aunque la aplicación de la pena capital se está reduciendo en casi todo el país, hay algunos lugares donde continúan aplicándola desproporcionadamente”, explica.
Así, para enero de 2015, California tenía a 746 personas en el corredor de la muerte, muy por delante de Florida, el segundo estado por número de sentencias a la pena capital con 400.
— Razones —
El profesor de derecho de la Universidad de California en Berkeley, Franklin Zimring, dice que hay numerosas razones que explicarían por qué Riverside es responsable de tantas sentencias de muerte.
Para empezar, “tiene una reputación política algo más dura y conservadora que los condados de la costa (de California)”, explica.La pena de muerte sigue siendo objeto de protestas en EE.UU. (Foto: Getty)
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Pero, según el académico, el determinante clave para la emisión de tantas penas capitales es el fiscal de distrito.
“No se pueden tener condenas a muerte sin juicios capitales, y el fiscal es quien decide cuántos juicios capitales se van a celebrar”, sostiene Zimring.
“Y algunos (fiscales) parecen buscarlos con más agresividad que otros”, dice.
El fiscal de distrito para Riverside, Mike Hestrin, afirma que la gente del condado apoya la pena capital mucho más que en otros lugares y que “hay un sentimiento generalizado de cómo quieren que opere el sistema de justicia”.
Pero insiste en que las condenas a muerte sólo se imponen cuando son necesarias para garantizar justicia.
“Este año tuvimos ocho casos y los jueces y jurados estuvieron de acuerdo”, sostiene.
Y hace notar que cuando asumió el cargo, en enero de este año, revisó cada uno de los 22 casos de condenas a muerte y decidió dejar de buscar la pena capital para seis de ellos.
“Esa es un reducción del 30% con respecto a mi predecesor. Y de los 11 nuevos casos que llegaron este año sólo estoy buscando la pena capital en cuatro”, agrega.
— Necesidad de reforma —Riverside es más una excepción que la regla. (Foto: Thinkstock)
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Hestrin es parte de un grupo de fiscales, oficiales y activistas por los derechos de las víctimas que impulsa una iniciativa para apresurar los procesos de pena capital en California, entre otras cosas acelerando las apelaciones.
Según el fiscal, el sistema está “horriblemente descompuesto”, con muchos condenados teniendo que esperar hasta siete años por un abogado de apelaciones.
Y Zimring concuerda en que el sistema necesita ser reformado, pues un juicio capital es nada más el inicio de un proceso “tremendamente costoso” y tardado.
“En 1995, el mismo número de sentencias a muerte en Riverside habría equivalido a nada más el 3% o 4% del total nacional, no al 16%”, explica.
Y el profesor de Berkeley también destaca el hecho de que Los Ángeles –que por el tamaño y la naturaleza de su población y crímenes violentos tiende a ser el centro de gravedad de la pena capital– no esté en primer lugar de sentencias emitidas.
“Eso sugiere que en la oficina del fiscal de LA, que no es para nada un ejemplo de sentimientos liberales, se están tomando decisiones de políticas más realistas”, afirma Zimring.
“Y es mucho más significativo estadísticamente que Riverside”.