Devin Kelley, el hombre que entró a tiros en una iglesia en Texas y mató a 26 personas, había sido dado de baja de Fuerza Aérea por acusaciones de haber agredido a su esposa e hijo, informó una portavoz de esa rama armada.
Devin Kelley, de 26 años, estuvo encarcelado 12 meses tras un juicio militar en el 2012. Fue dado de baja por mala conducta y se le rebajó de rango, dijo la vocera Ann Stefanek.
Añadió que Kelley trabajó en el departamento de logística en la Base Aérea Holloman en Nuevo México, desde el 2010 hasta que fue destituido en el 2014. En ese puesto estuvo a cargo del transporte de pasajeros, carga y propiedad privada en vías de transporte militar.
Una fuente oficial que pidió no ser identificada dijo a la AP que Kelley vivía en un suburbio de San Antonio y a que todas luces no tenía nada que ver con grupos terroristas. Los funcionarios informaron que estaban escudriñando las redes sociales del individuo, incluyendo un mensaje en que al parecer esgrime un fusil semiautomático tipo AR-15.
Desde que fue dado de baja, Kelley no había conseguido ningún trabajo fijo, aunque sí que había impartido, según su página de LinkedIn, clases a niños de 4 a 6 años en los colegios bíblicos, que son centros evangelistas donde se imparte una educación apegada a las sagradas escrituras.
“Soy una persona altamente trabajadora y comprometida. Y vivo según los valores de las Fuerzas Aéreas”, se describió en LinkedIn.
En sus redes sociales aparece como casado y se le ve en numerosas fotografías con un niño. Algunos medios sostienen que estaba separado de su esposa e hijo tras el caso de malos tratos por el que fue denunciado.
En su página de Facebook mostraba su apego a las armas. En un post exhibió una imagen de su última adquisición, una poderosa Rueger AR, un arma semiautomática, algunos de cuyos modelos se pueden conseguir por menos de 500 dólares. “Ella es una mala puta”, escribió junto a la foto.
El domingo hacia las 11:20 (17:20 GMT), Devin Kelley, totalmente vestido de negro, armado con un fusil de asalto y usando un chaleco antibalas, abrió fuego en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, una localidad rural, de Texas y mató a 26 personas e hirió a una veintena. Luego fue abatido por un vecino del lugar.