Carolina del Sur, AP
Un aparato volador no tripulado que transportaba teléfonos celulares, marihuana y otros objetos intentó ingresar a una prisión de máxima seguridad de Carolina del Sur, pero no pudo superar la cerca de alambre de 3,6 metros. Las autoridades dijeron que están buscando a una de las dos personas acusadas de tratar de meter los objetos de contrabando a la instalación. El suceso tuvo lugar el 21 de abril, sin embargo recién fue revelado a los medios.
El proceso inició cuando funcionarios encontraron un pequeño drone entre arbustos del Instituto Correccional Lee en Bishopville, según confirmó Stephanie Givens, vocera del Departamento de Correccionales. En el lugar, Givens dijo que además se encontraron teléfonos celulares, tabaco, marihuana y marihuana sintética. Una persona ya ha sido arrestada.
Givens agregó que los funcionarios no están seguros hacia dónde se habría dirigido el drone si hubiera logrado pasar el muro. Según la vocera, es la primera ocasión en que funcionarios tienen conocimiento de que se ha utilizado una aeronave no tripulada para meter de contrabando objetos prohibidos a una prisión en el estado. El año pasado, en Georgia fueron acusadas cuatro personas por utilizar una aeronave operada a control remoto para meter tabaco y teléfonos celulares a un prisión estatal.
“La tecnología mejora cada vez más y tenemos que ingeniárnosla para combatir eso”, dijo Givens.
En 2010, el entonces capitán de correccionales Robert Johnson recibió seis disparos en su casa de Sumter en un ataque que según la policía fue planeado por un reo utilizando un teléfono celular metido de contrabando a la prisión. Johnson, quien trabajaba en Lee, sobrevivió y ahora está jubilado.
En el caso del drone de Carolina del Sur, la persona arrestada está acusada de posesión de droga y de tratar de proporcionar objetos de contrabando a reos. Documentos de la corte señalan que el sospechoso, identificado como Brenton Doyle (28), no tiene abogado. Givens señaló que éste no ha cooperado con los investigadores.