Washington (Agencias)
Treinta años después, dos hermanos de madre fueron declarados inocentes luego de ser condenados a muerte por violar y matar a una niña en 1983 en Carolina del Norte.
Un juez del condado de Robeson concluyó que Henry Lee McCollum (50), el preso que más tiempo ha permanecido en la cárcel en Carolina del Norte, y Leon Brown (46) no mataron ni abusaron de Sabrina Buie, de 11 años, después de ser revelados los resultados de las pruebas de ADN.
Los dos hombres sufren graves problemas mentales, y eran dos adolescentes de 19 y 15 años cuando fueron arrestados.
La única prueba presentada contra ellos fueron “falsas confesiones obtenidas por la policía”, indicaron los abogados. En 1983, el entonces joven McCollum dijo no saber nada del crimen, pero firmó una confesión después de cinco horas de interrogatorios intensos.
Ambos jóvenes fueron condenados a muerte en 1984, pero a Brown le conmutaron la pena por cadena perpetua. Los dos hombres proclamaron constantemente su inocencia.
El cuerpo de la niña fue encontrado en un campo en medio de latas de cerveza y colillas de cigarrillo.
Las pruebas de ADN condujeron a nuevas pistas en la investigación, en la cual se identificó a un hombre que vivía a 100 metros del lugar donde se encontró el cadáver de la menor.
La organización Proyecto Inocencia señala que 317 presos han podido demostrar su inocencia gracias a pruebas de ADN, incluyendo a 18 que permanecían en el corredor de la muerte. El 70% eran personas de raza negra.