Washington
“Que Dios me proteja” es la frase que todo miembro de la Fuerza Aérea de Estados Unidos debe decir al juramentar. Sin embargo, para un piloto ateo de Nevada, cuyo nombre no ha sido divulgado, el negarse a pronunciar esas palabras podría significar su expulsión de las filas de la armada norteamericana, relató la agencia AFP.
Su abogada Monica Miller contó que las autoridades de la armada rechazaron en agosto el reingreso del piloto de la Base Aérea de Creech, en Nevada, debido a su negativa a realizar el juramento y le dijeron que su única opción para no dejar la Fuerza Aérea era cumplir el protocolo.
Miller, contratada por la organización The American Humanist Association, añadió que el piloto está dispuesto a demandar a la Fuerza Aérea de Estados Unidos, ante un tribunal federal.
“La Fuerza Aérea no expresó la menor voluntad de llegar a un acuerdo amistoso”, dijo Miller, quien señaló que se trata “de la única armada que obliga a todo el mundo y en toda circunstancia a recurrir a un lenguaje religioso”.
“El gobierno no puede obligar a un no creyente a prestar un juramento que da por sentada la existencia de un ser supremo”, sentenció la abogada.
Juramento obligatorio
Por su parte, la portavoz de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Ann Stefanek, aseguró que no se puede hacer opcional el juramento sin autorización del Congreso.
Agregó, además, que el sargento tiene hasta noviembre como fecha límite para volver a ser admitido en la armada y realizar el juramento.
Hasta el 2013, los pilotos podían optar por una frase alternativa a “que Dios me proteja” al momento del juramento de fidelidad. Sin embargo, aquel año esa opción fue suprimida.