Una corte federal de Estados Unidos en Virginia sentenció a un infante de marina estadounidense a 30 años de cárcel por intento de espionaje.
Robert Hoffman, de 40 años, compartió información secreta con quienes él creía eran espías rusos, pero que en realidad eran agentes encubiertos del FBI.
En tres ocasiones distintas, Hoffman, un técnico de criptografía de submarinos de EE.UU., entregó a los agentes información clasificada en memorias USB. El hombre fue capturado en diciembre de 2012 y encontrado culpable en agosto de 2013.