Washington. La aversión que la ex primera dama Barbara Bush sentía hacia el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, data de los años 90 y era tan intensa que llegó a causarle una crisis cardíaca, que ella calificaba de “ataque al corazón”, de acuerdo con extractos de una biografía adelantados este miércoles.
“Técnicamente no fue un ataque al corazón, aunque ella lo llamaba así. Fue una crisis en su larga batalla contra la insuficiencia cardíaca congestiva y la enfermedad pulmonar crónica que padecía y que le golpeó como un mazo un día”, indicó este miércoles la periodista del diario USA Today y autora del libro, Susan Page.
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En “La matriarca”, título de la biografía que está prevista que salga a la venta en los próximos días, Page recopila una serie de entrevistas con la esposa del ex presidente George H. W. Bush y madre del también ex mandatario George W. Bush, fallecida en abril del año pasado.
El episodio cardíaco descrito por la autora se produjo durante la campaña electoral de 2016, en la que el ahora presidente atacó con vehemencia a uno de sus hijos, Jeff Bush, quien también aspiraba a alzarse con la candidatura presidencial del Partido Republicano.
Page rememora cómo Trump atacó a Jeff Bush precisamente por el apoyo que había recibido de su madre durante la campaña, a lo que Barbara Bush contestó en una entrevista con la cadena CBS: “Por el amor de dios, [el presidente ruso Vladimir] Putin le respalda a él; ¡Putin es lo peor y ha avalado a Trump!”.
La aversión de la ex primera dama, no obstante, no se debe a las tretas políticas del mandatario, sino que se remontan décadas atrás, como demuestra una anotación de 1992 en su diario en la que acusaba al magnate de ser “un auténtico símbolo de la avaricia de los 80”.
Poco después del mediático divorcio del ahora presidente de la que fue su primera esposa, Ivana, Barbara Bush escribió que el apellido Trump se había convertido en una “nueva palabra” que “significa codicia, egoísmo y fealdad”.
Su nivel de rechazo hacia el magnate fue en aumento según creció su popularidad y alcanzó sus cotas más altas cuando este se convirtió en el líder de un partido históricamente tan vinculado a su familia: el Republicano.
Por este motivo, no es de extrañar que la nominación de Trump como candidato de la formación conservadora le llevara a replantearse sus sentimientos, según Page, quien preguntó en una ocasión a la ex primera dama si seguía sintiéndose republicana.
“A día de hoy, probablemente diría que no”, fue la respuesta.
Fuente: EFE