Los Ángeles (EFE)
Hollywood, industria en la que trabajan numerosos y reconocidos judíos, contempla el último estallido del conflicto palestino-israelí desde el silencio, y no por falta de opiniones sino por una prudencia profesional que recomienda no posicionarse públicamente ante un tema tan sensible.
Esa postura de aparente neutralidad es la norma cuando se recrudecen los enfrentamientos en Oriente Medio y es adoptada por unos y por otros, salvo en contadas excepciones que confirman que en casos como éste lo más socorrido es callarse.
En el blog Hollywood Jew de la publicación Jewish Journal, medio de referencia que cubre información para la comunidad judía en EEUU, se echaba en falta esta semana que ni el director Steven Spielberg, ni el consejero delegado de DreamWorks Animation, Jeffrey Katzenberg, se hubieran pronunciado ante la crisis actual.
En esa misma lista figuraba Barbra Streisand, muy activa defensora de derechos sociales pero que no ha dicho nada aún sobre lo que ocurre en Gaza, y como tampoco lo ha hecho el vicepresidente de NBC Universal, Ron Meyer.
“Casi siempre los famosos salen perdiendo cuando se atreven a tomar partido en situaciones controvertidas”, comentó la autora del blog, la periodista Danielle Berrin. “Si das tu opinión, te criticarán probablemente, si te quedas en silencio, te sentirás avergonzado”, añadió.
“No es un tabú hablar de lo que pasa entre Israel y Palestina, pero la gente no se siente cómoda al cien por cien porque algunos entienden lo complejo que es este asunto”, dijo un ejecutivo judío de Hollywood que prefirió mantener su anonimato.
Este directivo, cuya empresa participa en superproducciones, indicó que, a su juicio, hay una excesiva atención mediática a lo que pasa en la franja de Gaza, un conflicto que calificó de “pequeño” comparado con la situación en Siria.
En los últimos tres años de guerra civil en Siria han fallecido más de 170.000 personas, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos. Desde el inicio de la ofensiva israelí en Gaza el pasado día 8, en menos de un mes, han caído más de 1.600 palestinos, dos tercios de ellos civiles, y 63 soldados israelíes, según fuentes oficiales.
Ese ejecutivo consideró que se está produciendo un aumento del antisemitismo, especialmente en Europa, donde dijo que la prensa se posiciona propalestina y se centra en mostrar imágenes del sufrimiento de la población en Gaza.
Esta semana Javier Bardem, Penélope Cruz y Pedro Almodóvar coparon las páginas de los medios en la meca del cine por firmar una carta que acusaba al ejército de Israel de “perpetrar un genocidio” contra la población civil palestina.
Sus manifestaciones se sumaron a otras más sutiles de Rihanna, Selena Gómez y el presentador de televisión judío John Stewart, que en su programa satírico “The Daily Show” criticó la ofensiva israelí por considerarla desproporcionada. Todos, de una manera u otra, terminaron por retractarse o matizar sus posiciones.
“La gente tiende a dar su opinión con demasiada ligereza. Es un conflicto enrevesado, difícil de entender. Cuando oigo que Javier Bardem y Penélope Cruz hablan de genocidio pienso que no entienden lo que pasa”, indicó el directivo.
A su juicio, las declaraciones de los actores españoles no fueron antisemitas, sino ignorantes, a pesar de que muchos críticos, algunos desde el diario The Jerusalem Post, les acusaron de “haberse pasado de la raya” y haber caído en un “imperdonable antisemitismo”.
Lo que sí consideró “una mentalidad muy antisemita” es la idea de que si alguien dice algo en Hollywood en contra de Israel no va a conseguir trabajo nunca más.
“Eso no es verdad. Pensar que los judíos lo controlan todo es lo que pensaban los alemanes en 1939. Estamos en 2014, las cosas han cambiado. La gente sí te juzga por tu posición política pero hasta cierto punto. Te contratan porque eres bueno para hacer un trabajo” aseguró el ejecutivo.