Los Angeles, EFE
Una fiscal de California (EE.UU.) anunció hoy que no presentará cargos contra el alguacil que mató al niño de 13 años Andy López cuando este portaba un rifle de juguete.
Se prevé que la decisión de Jill Ravitch, fiscal de Distrito del condado de Sonoma, esperada durante meses, será recibida con protestas por grupos defensores de los derechos humanos y de los inmigrantes, que han pedido que se castigue criminalmente al oficial.
Según Ravitch, el oficial del Departamento del Alguacil del Condado de Sonoma Erick Gelhaus, de 48 años, con 24 años de servicio y 19 como instructor de armas, “disparó su arma en respuesta a lo que él honesta y razonablemente creyó que era una amenaza inminente de muerte contra él y otros”.
“Como tal, él estaba actuando legalmente en defensa de sí mismo o de otros y no existe una base para buscar cargos criminales”, explicó Ravitch.
Entre tanto, la organización activista Justicia para Andy López anunció hoy una protesta contra dicha decisión en Santa Rosa, al norte de San Francisco, en lo que se prevé sea el comienzo de una serie de marchas y manifestaciones que pueden generar enfrentamientos con las autoridades.
López fue baleado por Gelhaus el 22 octubre del 2013 en un lote vacío en Santa Rosa, ciudad de mayoría blanca con 29% de población hispana, donde ahora se erige un monumento temporal recordando al joven y en donde los activistas piden que se construya un parque en su memoria.
El estudiante de octavo grado utilizaba un suéter con capucha cuando fue visto por los alguaciles Gelhaus y Michael Schemmel, quienes prendieron sus luces de alerta y pidieron refuerzos, según el reporte.
Según el recuento, los oficiales le dieron la orden de soltar el arma y darse vuelta, pues se encontraba de espalda.
El estudiante no soltó el rifle y comenzó a darse vuelta, por lo que Gelhaus alegó haber sentido amenazada su vida y la de su compañero cuando vio el cañón de la supuesta arma.
Siete de los ocho disparos hechos por el alguacil impactaron a López, causándole la muerte.