Escribe Miguel Vivanco (Corresponsal en Washington D.C)
Es casi imposible que este año se apruebe la ley de reforma migratoria. La inesperada derrota en las primarias republicanas de Eric Cantor, líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, revela la ofensiva política del movimiento ultraconservador Tea Party. Los votantes del Distrito 7 de Virginia prefirieron dar su voto al novato David Brat y ‘castigarlo’ a Cantor por simpatizar con los beneficios temporales que hoy tienen los estudiantes indocumentados, conocidos como ‘dreamers’. El resultado cayó como un baldazo de agua fría no solo al presidente Barack Obama, sino también a los legisladores demócratas, pues estaban seguros de que con un triunfo de Cantor se podía pensar en que el proyecto de reforma migratoria, aprobado en el Senado, fuera sometido a votación en la Cámara Baja entre junio y julio. La victoria del desconocido Brat fue catalogada de “milagro” por los simpatizantes del Tea Party, quienes no perdonaron que Cantor apoyara anteriormente un plan para facilitar el camino a la ciudadanía a los inmigrantes indocumentados. Ante la contundente derrota, Cantor anunció ayer su renuncia como líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja y adelantó que en noviembre retornaría a la actividad privada. Gustavo Torres, director de CASA Maryland, organización hispana que apoya la reforma migratoria, señaló que el resultado puede tener muchas interpretaciones partidarias, pero lo real es que cambió el escenario político en la Cámara de Representantes.
Eric Cantor ha sido uno de los líderes republicanos más conservadores en el Congreso. Se esperaba que sucediera a John Boehner, jefe de la Cámara de Representantes.