Nueva York. La mujer que trepó la base de la Estatua de la Libertad el 4 de julio del año pasado en protesta por la separación de familias en la frontera con México llegó al tribunal el martes con la frente pintada y la cara totalmente cubierta con cinta adhesiva, irritando al juez que se negó a dictar sentencia hasta que se la quitara.
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Luego de quitarse la cinta, Therese Okoumou recibió una sentencia que la exime de la pena de cárcel, aunque el juez la amonestó por haber puesto en riesgo a los cuerpos de rescate ese día en el monumento emblemático.
Al final, el juez Gabriel W. Gorenstein la sentenció a cinco meses de libertad condicional y 200 horas de servicio comunitario. El abogado defensor, Ron Kuby, reaccionó comentando que en tal caso ella volverá pronto al tribunal.
“Creo que hay esperanzas de que no sea así”, respondió el juez, agregando que está dispuesto a reducir la pena posteriormente si Okoumou se abstiene de cometer más infracciones.
Cuando se le otorgó la oportunidad de hablar, Okoumou dijo que el caso en su contra “es un fraude contra la justicia” y “yo no soy una delincuente”.
En el momento en que Gorenstein declaró un receso antes de anunciar la sentencia, Okoumou volteó hacia unos cuantos partidarios que la habían acompañado y alzó el puño en alto. Luego les lanzó un beso al aire y volvió a voltearse para esperar la sentencia.
Frente al tribunal, Okoumou, rodeada de simpatizantes, fustigó las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump, explicando que fueron esas políticas las que la llevaron a protestar en la Estatua de la Libertad.
“¿Cómo es posible que tengamos gente en jaulas? ¿Qué otra cosa podía yo hacer?” declaró. “Ya yo expresé lo que tenía que expresar... Que cada uno actúe según su consciencia, no me sigan a mí”.
La protesta en julio pasado obligó a evacuar a 4.330 personas de la Estatua justo en uno de sus días de más visitas.
Al anunciar su sentencia, Gorenstein destacó que Okoumou ignoró repetidamente las órdenes de bajarse de un escalón al pie de la Estatua que, según la fiscalía, podría haber causado una caída catastrófica. Los cuerpos de rescate tuvieron que equiparse como alpinistas y trepar una escalerilla endeble para bajarla.
El juez criticó a la mujer por haber tratado de empujar esa escalerilla.
Kuby, por su parte, negó que los rescatistas hayan estado en peligro alguno porque según dijo son los mejores rescatistas “del planeta”.Fuente: AP