Boris Johnson, el próximo primer ministro británico, no es un político tradicional adepto a los protocolos. Sus declaraciones y actitudes controversiales desde que fue reportero, parlamentario, dos veces alcalde de Londres y ministro de Relaciones Exteriores, lo han catapultado en la mente de los británicos como un personaje peculiar y divisivo, insoportable para muchos y entrañable para otros.
Este miércoles, cuando se presente ante la reina Isabel II será su prueba de fuego. La monarca, que ya ha visto pasar a 13 primeros ministros -entre ellos nada menos que Winston Churchill y Margaret Thatcher- en sus 67 años de reinado, lo recibirá en el Palacio de Buckingham confirmándolo como el nuevo jefe de Gobierno del Reino Unido.
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¿Cuál es el protocolo que Johnson deberá seguir ante la reina? Primero que todo, deber ser puntual. Aunque no hay una lista forma de obligaciones, hay una serie de sugerencias que todos los políticos siguen en sus encuentros con Isabel II.
Al saludarla, se debe hacer una reverencia o inclinar la cabeza (puede ser las dos cosas al mismo tiempo) y luego darle la mano. El trato hacia la monarca debe ser como Su Majestad y nunca llamarla por su nombre. Tampoco se deberá darle la espalda, pues es considerado una rudeza.
En su encuentro de mañana, Johnson deberá esperar que ella inicie la conversación para que luego él responda. Igualmente, ella se sentará primero y luego él deberá tomar asiento.
Dentro del protocolo, también se considera no tener contacto físico con la reina; es decir, no tocarle la espalda o el cuerpo. Sin embargo, otros dignatarios extranjeros se han olvidado de este detalle durante visitas oficiales y en algún momento la han tocado.
Así ocurrió con Michelle Obama, en el 2009, cuando abrazó a la reina en el Palacio de Buckingham. La reina, sin embargo, más que rechazar el gesto, le devolvió el abrazo.
En el 2017, el entonces gobernador general de Canadá, David Johnston, le tocó el antebrazo para ayudarla a bajar las escaleras.
- Un asunto por dirimir -Además del protocolo de reunión, hay un asunto que viene preocupando a los medios británicos. El estado civil del próximo primer ministro. Johnson sigue casado con Marina Wheeler, de quien se separó en el 2018.
El político, conocido por sus públicas infidelidades, se encuentra en una relación con Carrie Symmonds, una periodista que fue jefa de prensa del Partido Conservador.
Normalmente, la tradición dicta que la reina invite al primer ministro y su esposa unos días a su residencia a principios de setiembre. Sin embargo, no podrían dormir juntos sino deberán estar en dormitorios separados. La reina fue fiel a la norma incluso cuando el príncipe Harry y Meghan Markle -antes de casarse- la visitaron por primera vez en las fiestas navideñas del 2017. Los entonces futuros duques de Sussex tuvieron que pasar la noche en uno de los anexos del palacio.