Londres. El Parlamento británico comenzará a debatir el martes el acuerdo sobre el Brexit al que ha llegado con Bruselas la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, quien no tiene asegurada una mayoría suficiente para aprobarlo en la votación prevista para el próximo 11 de noviembre.
La Cámara de los Comunes evaluará durante cinco sesiones si respalda una breve moción del Gobierno que insta a dar luz verde tanto al tratado de salida del país de la Unión Europea como al documento que sienta las bases de la futura relación entre ambos lados del canal de la Mancha.
Los diputados podrán presentar enmiendas a ese sucinto texto, aunque no serán legalmente vinculantes. El presidente de la cámara, John Bercow, seleccionará hasta seis de ellas para que sean votadas el día 11, antes que la moción del Ejecutivo.
El Partido Laborista, que ha indicado que se pronunciará en contra del acuerdo, ha presentado ya una enmienda en la que pide dar más poder al Parlamento para evitar una salida abrupta de la Unión Europea el próximo 29 de marzo, cuando expira el plazo que marca el artículo 50 del Tratado de Lisboa para que el Reino Unido abandone el bloque.
La primera formación de la oposición ha avanzado además que planteará una moción de censura contra la primera ministra si los Comunes tumban su pacto con Bruselas.
Theresa May, que perdió la mayoría absoluta en unas elecciones anticipadas en junio del 2017, necesita 320 votos para aprobar el acuerdo que ha alcanzado con la Unión Europea.
La Cámara de los Comunes tiene 650 escaños, si bien en las votaciones participan 639 diputados -el presidente y los tres vicepresidentes de la cámara, así como los siete diputados del partido norirlandés Sinn Féin, no toman parte en los votos-.
Theresa May cuenta con 316 parlamentarios “tories” (miembros del Partido Conservador), pero en torno a un centenar de ellos han sugerido que pueden rebelarse contra la disciplina de partido, según las cifras que barajan los medios británicos.
El también norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), en cuyos diez diputados se ha apoyado la primera ministra desde el inicio de la legislatura para superar el tramite parlamentario, también se han mostrado contrarios hasta ahora a la moción del Gobierno.
A pesar de que Theresa May parece abocada a perder la votación, el Ejecutivo se ha mostrado convencido hasta ahora de que puede cambiar la opinión de suficientes diputados y sofocar la rebelión.
Desde que se anunció el acuerdo entre Londres y Bruselas, Theresa May ha liderado una intensa campaña para tratar de convencer a los ciudadanos británicos y a los diputados de que el pacto al que ha llegado con la Unión Europea es el mejor posible.
El Gobierno ha subrayado además que romper con la Unión Europea sin un acuerdo llevaría al país a un desastre económico.
En caso de que la moción resulte rechazada, Theresa May contará con un plazo legal de 21 días para regresar al Parlamento y exponer cuáles son sus planes a partir de entonces.
Antes de que ese plazo llegara a expirar, sin embargo, se enfrentaría previsiblemente a una moción de censura y a presiones para convocar un segundo referéndum sobre el Brexit que evite una ruptura abrupta el próximo 29 de marzo. Fuente: EFE