El temor y la incertidumbre por lo que pueda ocurrir a partir de mañana, con el referéndum de adhesión a Rusia, ha provocado una escena repetida frente a los bancos en Crimea en los últimos días: ciudadanos preocupados que forman largas colas, con la esperanza de retirar la mayor cantidad de efectivo.
Aunque las autoridades prorrusas locales han tratado de tranquilizar a la población, asegurando que no habrá problemas con las jubilaciones y los salarios y que los bancos disponen de suficiente liquidez, la población les ha creído poco o nada, según la agencia AFP.El gobernador del Banco Central de Ucrania, Stepan Kubiv, declaró que había dificultades en el transporte de fondos hacia la península y que la institución no podía “ni siquiera asegurar la circulación de fondos en el interior de Crimea”.“No he podido sacar dinero en ninguno de los cajeros de Oschadbank de Simferopol. No les queda efectivo. Entonces me he venido a su agencia principal”, se quejó una mujer que hacía cola en la capital de Crimea.
Los servicios de prensa de diferentes bancos contactados por la AFP se negaron a expresarse, pero una empleada de uno de los principales bancos ucranianos, Privatbank, declaró que “la gente está nerviosa porque quiere tener su dinero en su casa”.
LA PLATA DEBAJO DEL COLCHÓN
“Cuando ven que tienen efectivo, que pueden tocarlo, se tranquilizan. Viene tanta gente ahora que no podemos ocuparnos de todos”, declaró la empleada.En Unicredit Bank en Simferopol, un dirigente asegura que muchos son los que cierran sus cuentas de ahorro y tratan de recuperar su dinero.“Hay inestabilidad política y la gente no sabe lo que ocurrirá a partir del lunes”, al día siguiente del referéndum, explica.“Algunos retiran su dinero y lo esconden debajo del colchón, otros lo gastan en comida para almacenar”, lamenta el gobierno local. “Han tomado una serie de medidas sin ninguna lógica, lo cual siembra la confusión”.