Un pez gordo del Vaticano está de nuevo tras las rejas. La policía italiana detuvo al monseñor Nunzio Scarano tras ser acusado de lavado de dinero.
Según la justicia italiana, Scarano, ex contador del Vaticano, había ideado un gran sistema de blanqueo de capitales consistente en hacer pasar como donaciones para los pobres grandes cantidades de dinero de procedencia ilícita que, una vez ingresado en las cuentas del Instituto para las Obras de Religión, conocido como el banco del Vaticano, quedaba limpio de toda sospecha. Luego el dinero era transferido a cuentas en el exterior.
Scarano, apodado “Monseñor 500 Euros” por ser estos sus billetes favoritos, fue arrestado con otros dos cómplices: el padre Luigi Noli, su amigo y que está suspendido de su puesto en el Vaticano desde el año pasado, y un notario.
Otras 52 personas están siendo investigadas bajo sospecha de favorecer el lavado de dinero, dijo la policía.
La policía indicó que fueron confiscados 6,5 millones de euros en cuentas bancarias y bienes inmuebles, incluido el lujoso apartamento de Scarano en Salerno, lleno de pinturas al óleo con marcos dorados, vasijas de cerámica y otras antigüedades.
El abogado de Scarano, Silverio Sica, dijo a la agencia AP que su cliente simplemente aceptó donaciones de personas que creyó que actuaban de buena fe a fin de crear un hogar para enfermos desahuciados. Sin embargo, admitió que Scarano usó el dinero para pagar una hipoteca.EN LAS CUENTAS DE LOS AMIGOSEn junio pasado, Scarano había sido puesto en arresto domiciliario luego de ser acusado de orquestar el contrabando de 20 millones de euros (26 millones de dólares) de Suiza a Italia.
La fiscalía y Sica han dicho que el dinero involucrado tanto en el caso de contrabando suizo como en el caso de lavado de dinero de Salerno se originó en el interior de una de las familias navieras más importantes de Italia, los d'Amico.
La policía financiera sostuvo el martes que los d'Amico habían puesto a disposición de Scarano más de 5 millones de euros vía empresas en el extranjero.
La policía y Sica describieron el plan de lavado como sigue: Scarano presuntamente retiró 555.248 euros en efectivo de su cuenta en el Vaticano en el 2009 y los trasladó a Italia. Como no podía depositarlos en un banco italiano sin generar sospechas, eligió a 50 amigos para que aceptaran 10.000 euros cada uno en metálico a cambio de un cheque o una transferencia electrónica por esa misma cantidad.
Luego el dinero fue usado para pagar una hipoteca de una propiedad de Salerno que está a nombre de una compañía de la que Scarano es propietario en parte.
La familia D'Amico, de Salerno, negó su participación en un comunicado del 1 de julio.
En junio, Scarano fue cesado en su cargo como contador en la principal oficina financiera del Vaticano, y funcionarios de la Santa Sede congelaron sus cuentas en el banco tras su detención.