Treinta y cinco minutos duró el encuentro privado que el Papa Francisco sostuvo con el presidente de Francia, Francois Hollande.
La cita se mantuvo en la línea del que ya es un protocolo: Francisco recibió a Hollande en la puerta de la Biblioteca del Palacio apostólico, para después acomodarse en el interior e iniciar el encuentro privado.
El punto central del diálogo fue la solicitud que el mandatario francés le hizo al pontífice para que recibiera a la opositora Coalición Nacional Siria, principal grupo de la oposición al régimen de Bashar al Asad.
La propuesta de Hollande se produce en el marco de la conferencia sobre Siria que se celebra estos días en Suiza. Conocida como Ginebra 2, en este encuentro, Francia, junto a otras 38 delegaciones, participa como mediador.
El objetivo de tal pedido era que el Papa comprenda que “la paz se alcanza también a través de una solución política”, informó el Vaticano mediante un comunicado emitido posteriormente a la reunión.
Para Hollande, Ginebra 2 “representa una gran oportunidad para la paz”, donde “el objetivo debe ser llegar a una transición” política en Siria, señaló el presidente de Francia en una rueda de prensa tras la audiencia privada con el papa.
“Hay que hacer de todo para que poner fin a los combates y que llegue la ayuda humanitaria”, agregó el jefe de estado galo, según la agencia EFE.