La policía italiana acusó a un hombre de homicidio involuntario después de que disparara y matara a su padre de manera accidental mientras estaban cazando jabalíes.
Medios locales publicaron que la pareja se encontraba en un área de parque nacional donde la caza está prohibida cerca de la ciudad de Postiglione, en el sur del país.
El joven de 34 años abrió fuego cuando pensó que estaba cerca de un animal tras ver una sombra y escuchar un ruido entre la vegetación.
Sin embargo, quien estaba tras los matorrales era su padre, de 55 años.
Al darse cuenta de lo que había sucedido pidió ayuda de manera inmediata, pero los médicos no pudieron hacer nada para salvar la vida del hombre.
Asociaciones ecologistas y animalistas de Italia llevan tiempo pidiendo la prohibición de la caza en el país, donde cada año se registran como promedio más de una veintena de muertes en circunstancias similares.
“Emergencia nacional”
Este domingo, la presidenta de la Liga Italiana para la Defensa de los Animales y el Medio Ambiente dijo que Italia se había convertido en el “salvaje Oeste”.
“Es una verdadera emergencia nacional”, dijo Michela Vittoria Brambilla a periodistas.
Este tipo de sucesos están lejos de ser casos aislados en Italia. Pese a que el número de cazadores con licencia se redujo a casi la mitad en la última década, el número de accidentes se mantuvo estable.
Según datos de la Asociación de Víctimas de la Caza en el país recogidos por la Agencia EFE, en 2017 hubo 22 muertos y 67 heridos frente a los 27 fallecidos y 74 heridos registrados 10 años antes.
En octubre de 2018, el gobierno llegó a proponer una prohibición nacional de la caza de los domingos después de que un joven de 18 años muriera tras recibir varios tiros cuando fue confundido con un jabalí en el norte del país.
“Quiero hacer un llamamiento a las regiones para que (...) prohíban la caza los domingos, cuando los bosques y las montañas están aún más poblados por excursionistas, de quienes recogen setas, castañas o simplemente quieren disfrutar de la naturaleza sin correr el riesgo de morir”, dijo el ministro de Medio Ambiente italiano, Sergio Costa.
A finales de ese mismo mes, otros dos hombres de 56 y 20 años también murieron en circunstancias similares.