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Los sindicatos italianos convocaron para hoy una huelga general de ocho horas para protestar por las reformas en el mercado laboral y las medidas de austeridad, en la primera gran prueba de fuerza a la popularidad y la resolución del gobierno del primer ministro Matteo Renzi.
En el marco de la huelga, apoyada por el sindicato más importante y por el tercero más fuerte (la CGIL y la UIL), se han convocado más de 50 actos y manifestaciones por todo el país. El segundo sindicato del país, la CISL, se negó a apoyar la medida.
Los trabajadores del sector público y privado, entre ellos los de los ferrocarriles, a los que el gobierno inicialmente prohibió que hagan paro, participarán en las protestas bajo el lema: “Cosi non va!” (¡Así no puede ser!).
El principal enfrentamiento se centra en torno a la reforma laboral que propone el gobierno, que busca facilitar el dar empleo y despedir a trabajadores, aunque también amplía las ayudas y los servicios de búsqueda de trabajo para los desempleados. El Parlamento aprobó la ley en principio la semana pasada, pero el gobierno tiene que elaborar el decreto para su implementación.
Los sindicatos quieren “mejorar la ley laboral y la de presupuesto, dando prioridad al trabajo, a las políticas industriales, a los sectores manufactureros que están en crisis y para la creación de más y mejores empleos”, señaló la jefa de la CGIL, Susanna Camusso.
Italia se encuentra sumida en una recesión récord que comenzó hace tres años. En octubre, el desempleo subió al 13,2%, el mayor nivel desde que comenzó a registrarse la cifra en 1977, y subió también el desempleo juvenil hasta el 43,3 %.
Roma (DPA).
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