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Ginebra (EFE)
El conflicto armado en el este de Ucrania ha privado de sus derechos fundamentales a más de cinco millones de personas residentes en las áreas directamente afectadas, afirmó hoy la ONU, que también confirmó que hay violaciones regulares del acuerdo de alto el fuego.
La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas reveló hoy el contenido del último informe elaborado por sus observadores en Ucrania, que indica que 3.660 personas han muerto en la región oriental.
Además, 8.756 personas han sido heridas en las hostilidades, que el presidente ucraniano, Petro Petrocheko, ha caracterizado como una guerra civil.
La violencia ha causado, además, el desplazamiento forzado de casi 376.000 personas, según cifras actualizadas hace menos de una semana.
Aunque los observadores han reportado la ausencia de acciones ofensivas a larga escala desde el acuerdo de alto el fuego, sí han confirmado que en algunas zonas los intercambios de fuego de artillería, de tiros de tanques y de disparos con armas de pequeño calibre han continuado.
Estas situaciones han tenido lugar principalmente alrededor del aeropuerto de Donestk, que las fuerzas separatistas prorrusas han intentado asaltar y ha sido defendido por las fuerzas gubernamentales, que mantienen su control.
También han ocurrido en el área de Debaltseve (región de Donestk) y en la localidad de Shchastya (región de Lugansk).
Las acciones violentas registradas desde el día de la firma del acuerdo para el cese de las hostilidades, el pasado 5 de septiembre, han causado 331 muertos, según el informe.
Se reconoce, sin embargo, que en ese grupo podría haber víctimas caídas antes de esa fecha, pero que sólo fueron registradas con posterioridad.
El acuerdo en cuestión fue firmado por representantes de los gobiernos de Ucrania, de Rusia y los líderes de las autoproclamadas “República Popular de Donestk” y de la “República Popular de Lugansk”.
La situación general descrita por un grupo de 35 monitores de la ONU es la de una población -en las áreas afectadas- privada de todos los servicios esenciales durante casi medio año, lo que ha hecho que la vida diaria sea “insostenible” para millones de personas.
Gran parte de la población de Donestk y Lugansk ni siquiera tiene manera de ganarse la vida, con cerca de 40.000 pequeños y medianos negocios que han dejado de funcionar por la violencia armada.
Muchos empresarios afectados han transferido sus actividades a otras regiones de Ucrania consideradas seguras.
En las semanas del conflicto previas a la firma del acuerdo, las fuerzas gubernamentales recuperaron en distintas ofensivas el control de ciertas áreas.
En algunas de ellas la ONU ha observado el riesgo de represalias contra individuos percibidos como colaboradores “del enemigo”.
El informe anota, asimismo, que entre el 24 de agosto y el 5 de septiembre, hubo “un marcado aumento de detenciones por parte de grupos armados” y “reportes alarmantes de torturas y malos tratos de detenidos”, incluidas farsas de ejecuciones y violencia sexual.
La ONU también responsabiliza a las fuerzas armadas y a la policía ucranianas de infligir malos tratos a los detenidos.