Kiev (EFE) El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, anunció un cambio de táctica en la ofensiva contra los insurgentes prorrusos del este al ordenar una reducción en la zona geográfica que abarca la operación antiterrorista.
Poroshenko destacó “la necesidad de algunos cambios en la táctica que permitan reducir la zona de acción de la operación, reforzar la defensa de las fronteras y hacer todo lo posible para defender a la población civil”.
El líder ucraniano subrayó que la fase activa de la operación antiterrorista continúa en las regiones de Donetsk y Lugansk, donde las fuerzas gubernamentales recuperaron en los últimos días el control sobre varios bastiones rebeldes.
Poroshenko destacó la importancia de garantizar el retorno al cauce legal a los territorios retomados por el ejército ucraniano.
“Las poblaciones liberadas deben recibir de inmediato un poder civil que pueda encargarse de la población, de la reconstrucción de la infraestructura, restablecer la vida pacífica y garantizar los pagos sociales”, señaló.
El presidente destacó que la población civil de las localidad liberadas está colaborando con los militares ucranianos, ya que, “ahora, lo que primero que necesita la gente es seguridad”.
“Si tomamos el poder, es importante no sólo izar la bandera, sino defenderla, al igual que al Estado y a la gente”, subrayó.
El mandatario también denunció que “en los últimos tres días contra las Fuerzas Armadas de Ucrania se ha utilizado un nuevo sistema ruso de lanzaderas de misiles”.
Poroshenko también denunció que las acciones militares contra las fuerzas gubernamentales son dirigidas por oficiales del ejército ruso.
En los últimos días, los combates se han recrudecido tanto en la frontera ruso-ucraniana, prácticamente recuperada por las fuerzas de Kiev, como en los alrededores de la ciudad de Lugansk.
Además, las milicias prorrusas aseguraron haber derribado un avión de transporte militar An-26 junto a la localidad ucraniana de Izvárino, en la frontera con Rusia.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko, admitió la pérdida de comunicación con la aeronave, que transportaba a veinte ocupantes.