Moscú. El número de rusos que lamentan la desintegración de la Unión Soviética en 1991 ha alcanzado su máximo en los últimos diez años, según un sondeo del Centro Levada, mientras expertos relacionan el aumento de los nostálgicos con reformas impopulares que implementa el actual Gobierno de Rusia.
De acuerdo a la encuesta, difundida hoy por el diario Védomosti, el número de ciudadanos que lamentan la caída del imperio soviético subió del 58 % en 2017 al 66 % en 2018.
Hace diez años, el porcentaje se situó en el 60 %. El récord absoluto fue registrado en 2000, cuando el 75 % de los interrogados respondió afirmativamente a la pregunta sobre si lamentaban el fin de la URSS.
Según Levada, entre los nostálgicos la mayoría son personas de edad avanzada (más de 55 años), sin embargo, también ha crecido el porcentaje de los jóvenes (entre los 18 y 24 años) que deploran el colapso de la Unión Soviética pese a no haber vivido bajo el régimen bolchevique.
El politólogo Alexéi Makárkin señala que uno de los factores clave que provocó el aumento de los que añoran la URSS ha sido la aprobación este año de la impopular reforma de las pensiones que eleva la edad de la jubilación en Rusia en cinco años.
“Debido a esa reforma, la gente volvió a idealizar un país donde los ciudadanos se jubilaban temprano y podían subsistir con sus pensiones”, afirmó.
Por su parte, la socióloga Karina Pipia recordó que los rusos suelen explicar su nostalgia por la URSS con opiniones “irracionales” sobre “una economía fuerte”, olvidándose del déficit y otros problemas que existían entonces.
Fuente: EFE