Brasilia [EFE]. El ministro brasileño de Educación, Abraham Weintraub, anunció este jueves su renuncia en medio de presiones por su salida del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro y de la grave crisis política que enfrenta el líder ultraderechista por sus enfrentamientos con el Congreso y el Supremo.
Weintraub, cuestionado por declaraciones polémicas y por haber participado el domingo en una manifestación en que un grupo de “bolsonaristas” defendió el cierre del Congreso y de la Corte Suprema, anunció su renuncia en un video que publicó en las redes sociales y en el que aparece al lado del jefe de Estado.
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En el video, en el que agradece a Bolsonaro por la oportunidad y le promete fidelidad, Weintraub anunció que iniciará de inmediato un proceso de transición para transferirle el cargo en los próximos días al ministro que lo sustituya, “bien sea interino o definitivo”.
Agregó que no quiere discutir los motivos de su decisión pero que recibió la invitación del propio Bolsonaro para asumir como director por Brasil del Banco Mundial en Washington.
“Ya fui director de un banco en el pasado y vuelvo a ese cargo, pero en el Banco Mundial. El presidente ya lo refrendó. Gracias presidente. Mi familia podrá tener la seguridad que tanto me está preocupando”, aseguró al referirse a las amenazas que alega que viene recibiendo de adversarios del jefe de Estado.
”Estoy cerrando un ciclo y comenzando otro y sigo apoyando al presidente Bolsonaro, como lo hice en los últimos tres años, período en que el presidente defendió los mismos valores en los que siempre creí: familia, libertad, honestidad y patriotismo”, agregó.
En el mismo video, Bolsonaro afirmó que despide a su colaborador en un “momento difícil” pero que, pese a las circunstancias, mantiene firmes todos sus compromisos de campaña. “Jamás dejaremos de luchar por la libertad. Yo hago lo que el pueblo quiera”, afirmó.
Presiones para su renuncia
La renuncia del ministro venía siendo presionada por los partidos de oposición, organizaciones sociales y hasta magistrados de la Corte Suprema desde la divulgación el mes pasado de un video de una reunión ministerial el 22 de abril en la que Weintraub tilda de “vagabundos” a los miembros del Supremo y pide su arresto.
Su situación quedó aún más insostenible luego de que el propio presidente lo criticara por haber acudido a una manifestación frente a la sede del Ejército en la que un grupo de “bolsonaristas” defendió el cierre del Congreso y de la Corte Suprema.
El ministro ya había protagonizado otras polémicas y llegó a generar un principio de crisis diplomática con China al acusar al gigante asiático de haber intentado ocultar el brote del coronavirus.
Igualmente generó una polémica con Israel y la comunidad judía en todo el mundo por haber comparado una operación policial contra aliados de Bolsonaro acusados de haber difundido noticias falsas con la “noche de los cristales rotos”, como se conoce a uno de los episodios más trágicos del holocausto promovido por los nazis.
Nueva baja en el gobierno
Weintraub fue el segundo ministro de Educación de Bolsonaro y asumió el cargo en abril del 2019 en el lugar del filósofo colombiano naturalizado brasileño Ricardo Vélez Rodríguez, que igualmente renunció al cargo por diferentes polémicas.
Es además el décimo segundo ministro en abandonar el cargo desde que Bolsonaro asumió la presidencia en enero del 2018.
Entre los dimisionarios figuran los dos últimos ministros de Salud, Luiz Henrique Mandietta y Nelson Teich, que dejaron el cargo en los dos últimos meses por sus divergencias con Bolsonaro en torno a la estrategia para combatir la pandemia de la COVID-19.
Igualmente figura el exjuez Sergio Moro, uno de los símbolos del combate a la corrupción en Brasil, que renunció en marzo y acusó al jefe de Estado de injerencias políticas en la Policía Federal.
El cambio del cuarto ministro en los últimos dos meses se produce en momentos en que el líder ultraderechista enfrenta una aguda crisis tanto en el ámbito sanitario, económico y político como en el jurídico, donde es objeto de diferentes investigaciones.
Bolsonaro es investigado por la Corte Suprema por las presuntas presiones e injerencias políticas e ilegales en la Policía Federal denunciadas por Moro y por el Tribunal Electoral por supuestas irregularidades en su campaña presidencial en el 2018, en un caso que podría anular su elección.
Esta semana, además, el Supremo ordenó arrestos, registros y levantamientos de secretos bancarios contra seguidores, allegados y aliados políticos del mandatario acusados de haber promovido y financiado las manifestaciones consideradas antidemocráticas.
El gobernante, uno de los más escépticos sobre la gravedad de la COVID-19, igualmente ha tenido que lidiar con la crisis sanitaria provocada por la pandemia y que ha convertido a Brasil en el segundo país más afectado en el mundo, con casi un millón de casos confirmados y más de 46.500 muertos.
A nivel económico enfrenta la crisis provocada por la pandemia, que puede hundir a Brasil este año en la mayor recesión en su historia, con una retracción del PIB que los economistas calculan en el 6,50% y la pérdida de más de cinco millones de empleos.
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