Un tribunal de Argentina condenó a cadena perpetua a Nahir Galarza, de 19 años, por haber asesinado el pasado diciembre a su novio Fernando Pastorizzo, de 20 años, con la pistola de su padre policía, un caso que tuvo gran impacto mediático en el país.
La joven, que lleva en prisión preventiva desde comienzos de enero, llamó la atención de los medios por los oscuros testimonios de ambas partes del juicio, que daban muestras de una perturbada relación. El hecho no pasó desapercibido para la opinión pública, la cual se ha dividido a favor y en contra de Nahir, sin pasar por alto su atractivo o la mirada indescifrable con la que se ha presentado durante gran parte del proceso.
Según el medio argentino El Clarín, Nahir Galarza se encuentra en el segundo año de abogacía en la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU), institución en la que la joven podrá continuar estudiando desde la cárcel ya que “la universidad no juzga las conductas”, explico el rector, Héctor Sauret.
Entre las demás aficiones de Nahir se encuentran la numerología y la autoayuda, temáticas en las que ella se inmiscuye a través de libros que tiene en el lugar donde se encuentra detenida. Además, la joven se habría inclinado por temas espirituales, hablando de Dios y pidiendo confesarse ante un sacerdote, con el que pudo conversar en horarios de visita.
Nahir Galarza nació un 11 de setiembre. Hija de Marcelo Galarza, un oficial en la Policía de Gualeguaychú, actualmente de licencia y con cuya arma, que se encontraba encima de la refrigeradora del hogar, se cometió el crimen.
Yamina Kroh, la madre, relató a El Clarín que su hija era “una chica saludable” y que “ayudaba en las cosas de la casa”. Asimismo la joven practicó hockey en el club Neptunia por unos seis meses, participó en un desfile de modas y fue reina de una carroza en el carnaval de Gualeguaychú.
“Perdón hija por no haberte cuidado”, señaló entre lágrimas Yamina Kroh, durante el juicio de Nahir Galarza.
La relación entre la joven y Fernando Pastorizzo habría sido un amorío que se remontaba desde hace unos 4 años y se mantuvo entre uniones y separaciones, pese a haber compartido, según El Clarín, “unas vacaciones familiares en Brasil”. Sin embargo, el juicio reveló que Nahir Galarza tuvo una serie de noviazgos con otros jóvenes con los que se veía esporádicamente.
Asimismo, dejando de lado a su más íntima amiga, Sol Martínez -quien debió declarar porque participó en una pelea entre Nahir y Fernando-, la inculpada no mostraría una larga lista de amigos ni más personas cercanas.
La joven aseguró que era víctima de violencia por parte del fallecido, a quien no reconoció como su novio y con quien solo dijo haber mantenido algunos encuentros sexuales. Declaraciones que fueron desestimadas por los conocidos de Fernando y quienes aseguraron que el joven era la víctima en las disputas, y Nahir Galarza, la agresora.