El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, negó este jueves haber pedido un soborno de 5 millones de dólares dentro de la trama de corrupción de Petrobras, como denunció uno de los involucrados en la causa.
Julio Camargo, ex consultor de la petrolera estatal, y bajo investigación por el multimillonario fraude de esta, dijo al juez que en el 2011 el parlamentario pidió 5 millones de dólares en una reunión que consiguió a través del ministro de Minas de la época, Edison Lobao, informó el diario brasileño “O Globo”.
“Desmiento con vehemencia las mentiras del delator y lo desafío a probarlas”, reaccionó Cunha en un comunicado.
Cunha, un evangélico conservador enemigo de la presidenta Dilma Rousseff, es uno de los 22 diputados investigados por el Ministerio Público Federal (MPF) por el escándalo en Petrobras que costó a la empresa más de 2.000 millones de dólares.
Camargo, que coopera con la justicia para obtener una reducción de su pena, precisó que la operación se realizó al margen de un contrato de alquiler de barcos sondas para Petrobras y que los sobornos fueron pagados en cuentas de testaferros en el exterior antes de ser repatriados para Brasil en operaciones de cambio fraudulentas, según la prensa local.
De acuerdo con la versión, Camargo le adeudaba 5 millones a Cunha y otro tanto a Fernando Soares, lobista del partido del presidente de la Cámara baja.
“Me dijo de forma amistosa que no tenía nada personal contra mí, pero que yo tenía una deuda con Fernando (Soares), en el que él era merecedor de cinco millones de dólares, que eso estaba incomodando porque estaba en la víspera de una campaña (...) y que tenía una serie de compromisos y que yo estaba postergando el pago hace bastante tiempo y no podía esperar más”, dijo Camargo.
Cunha aseguró que en otros testimonios Camargo nunca lo había involucrado y acusó al fiscal general, Rodrigo Janot, de haberlo “obligado a mentir” con amenazas de “anular su delación si no cambiaba su versión” sobre el diputado.
El fraude de Petrobras
La trama de corrupción involucra a ex ejecutivos de Petrobras, empresarios y políticos que se habrían coludido para amañar contratos con la estatal gracias al pago de sobornos que, a su vez, engrosaron fortunas personales y financiaron a partidos políticos, incluido el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, centro).
Cunha, de 57 años, es considerado el mayor enemigo del PT y el político más poderoso de Brasil.
[AFP]