Sao Paulo, DPA
La Iglesia católica brasileña promoverá un debate entre los ocho candidatos a la presidencia, en el que se les instará a asumir sus posiciones respecto a temas polémicos como la homosexualidad y el aborto, según anunció el diario “Folha de Sao Paulo”.
“Tenemos preocupación con la cuestión de la justicia social, la distribución mejor de las riquezas, gran preocupación con la familia. La cuestión de la vida desde el inicio hasta el fin”, sintetizó los ejes del debate el presidente de la Confederación Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Raymundo Damasceno.
Respecto a la legalización del aborto, el arzobispo de Sao Paulo, Odilo Scherer, dijo que el asunto será abordado, aunque sin polarizar el debate. Actualmente, la legislación permite la interrupción del embarazo solamente en caso de que éste ponga en riesgo la vida de la madre, cuando es fruto de una violación o cuando el feto no tiene cerebro.
“Los electores tienen derecho a saber la posición de ellos (los candidatos) y cuál es su compromiso con estas cuestiones de principio”, dijo Scherer.
En relación al matrimonio o unión civil entre personas del mismo sexo, Damasceno dijo que se predicará una actitud más respetuosa y menos severa de la que solía adoptarse, en lo que se interpreta como un ajuste de la Iglesia brasileña a los lineamientos más tolerantes sobre el asunto, que viene promoviendo el papa Francisco.
Damasceno se refirió específicamente a una resolución adoptada por el Supremo Tribunal Federal en 2011, que obliga a las oficinas de Registro Civil de todo el país a reconocer las uniones civiles entre homosexuales, aún cuando no exista una ley específica al respecto.
“Es una decisión del Supremo. Claro que para la Iglesia no se puede equiparar a un casamiento, eso es diferente. Pero respetar la unión estable entre dos personas, no hay duda de que la Iglesia siempre ha procurado hacerlo de esa manera”, precisó.
OTROS TEMAS EN EL DEBATESegún el medio brasileño, los candidatos también debatirán sobre la situación de los indígenas y la reforma política, asuntos sobre los cuales serán interrogados por ocho obispos.
También estarán sobre la mesa los programas sociales de transferencia y distribución de renta, como la Beca Familia, que paga una pensión a familias pobres a cambio de que envíen a sus hijos a la escuela y atiendan su salud, y el programa Mi Casa, Mi Vida, que facilita la construcción, compra o alquiler de un inmueble.
El debate cuenta con la particularidad de que ninguna de las dos candidatas que marchan favoritas en las encuestas de opinión previas a las elecciones -Dilma Rousseff y Marina Silva-, son católicas.
Rousseff ha defendido ideas progresistas respecto al casamiento igualitario y al aborto, al tiempo que Silva pertenece a la Iglesia pentecostal Asamblea de Dios y no adhiere a la legalización de esas prácticas, aunque dijo que no primarán sus preceptos personales en caso de ser presidenta.