Río de Janeiro. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, protagoniza una nueva polémica al defender el trabajo infantil echando mano a su ejemplo personal: “Trabajo desde los ocho años (...) y hoy soy lo que soy”.
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“Miren, trabajar en el campo a los 9 o 10 años no me perjudicó en nada. Cuando un niño de 8 o 9 años de edad trabaja en algún lado muchos denuncian el 'trabajo forzado' o el 'trabajo infantil'. Pero si ese niño fuma pasta base nadie dice nada”, declaró el jueves el mandatario de extrema derecha.
“El trabajo dignifica a los hombres y las mujeres, poco importa su edad”, agregó durante su programa semanal en directo en Facebook.
El viernes, en el curso de un acto oficial, añadió: “Trabajé desde los 8 años plantando maíz, recogiendo bananas (...) mientras estudiaba en paralelo. Y hoy soy lo que soy. No es demagogia, es la verdad”.
Las declaraciones del presidente brasileño provocaron numerosas y duras críticas en las redes sociales.
“Es el mejor ejemplo para incitar a un niño a no trabajar, para impedir que se convierta en un adulto como él (Bolsonaro), con tanto odio e incompetencia. El lugar de los niños es la escuela”, tuitéo el diputado del partido de izquierda PSOL Marcelo Freixo.
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La legislación brasileña prohíbe el trabajo de los menores de 16 años, excepto para los aprendices, que pueden comenzar a los 14. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (IBGE), cerca de 2,5 millones de niños y adolescentes de entre 5 y 17 años trabajan en Brasil.
“La izquierda me ataca porque yo defiendo la cultura del trabajo para los niños desde su más tierna edad. Si hubiera defendido la sexualización precoz o el uso de drogas, ellos me hubieran felicitado. ¡Esa es la verdad!”, se defendió el viernes Bolsonaro en Twitter.
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En la mañana del mismo día, su ministra de la Mujer y los Derechos Humanos, la ex pastora evangélica Damares Alves, intentó zanjar la polémica.
“Nuestra generación trabajó desde muy temprano. Yo trabajé desde muy temprano, pero esto no significa que vamos a descriminalizar (el trabajo infantil)... Estamos seguros de que el trabajo de los niños es una violación de sus derechos, que no puede ser autorizado”, declaró.
Fuente: EFE