Río de Janeiro, EFE
Un acto de sindicalistas en defensa de la petrolera Petrobras respaldado por el ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva terminó transformado en un mitin contra la ecologista Marina Silva, principal rival de la presidenta Dilma Rousseff en las elecciones del próximo octubre.
Los cerca de 2.000 manifestantes que se concentraron en la céntrica plaza de Cinelandia de Río de Janeiro y marcharon hasta la sede de Petrobras aprovecharon el acto para criticar a Silva por su supuesta posición contra la petrolera estatal, algo que la candidata ecologista ha negado en varias oportunidades.
(Reuters)
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La manifestación fue convocada por la Central Única de los Trabajadores (CUT), mayor central sindical del país y con estrechos vínculos con el Partido de los Trabajadores (PT), la formación liderada por Lula y que postuló a Rousseff a la reelección.
Los sindicalistas marcharon en defensa de Petrobras, empresa que ha sido salpicada en los últimos meses por numerosas denuncias de corrupción y que se ha convertido en epicentro de escándalos que son aprovechados como combustible en sus discursos por los candidatos de oposición en las elecciones presidenciales del 5 de octubre.
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“Estoy presente aquí porque, cuando surgen algunas denuncias de corrupción contra Petrobras, muchas personas comienzan a tener vergüenza de vestir el uniforme de la empresa y yo insisto en hacerlo. No tengo vergüenza de esta camisa, que debe enorgullecer a los trabajadores y al pueblo brasileño por lo que Petrobras significa para el país”, dijo Lula.
El exmandatario afirmó que los miles de trabajadores de la Petrobras no pueden ser discriminados por el posible error cometido por algún dirigente y agregó que los funcionaros que incurrieron en posibles irregularidades tienen que ser juzgados y condenados.
Lula afirmó que en sus pronunciamientos prefiere no hablar mal de otros políticos, en referencia a Marina Silva -que fue su ministra de Medio Ambiente y ahora es candidata por el Partido Socialista Brasileño (PSB)-, pero que no puede dejar de defender a Rousseff, a quien escogió para sucederle en la presidencia.
“Puedo decir que estoy contra la candidata que hace oposición a Dilma. Porque ella va a terminar mostrando las inconsistencias de un programa de Gobierno hecho a 500 manos, especialmente por economistas que dicen muchas bobadas”, aseguró el ex presidente.
Lula agregó que a diferencia de los movimientos sociales y los partidos de izquierda, que defienden a Petrobras y no permitieron su privatización, la oposición se opone a un proyecto para que la estatal alcance una producción de 4 millones de barriles anuales hasta el 2020 y para que se convierta en exportadora de combustibles y no sólo de crudo.
Además de defender a Petrobras y de criticar los supuestos planes de la oposición para privatizarla, los sindicalistas apoyaron los planes de la empresa para explotar el presal, la gigantesca reserva descubierta en aguas muy profundas del Atlántico y que puede convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores mundiales de crudo.
Según los sindicalistas, Silva prefiere darle prioridad a las fuentes renovables que al petróleo, y pretende reducir las inversiones destinadas al presal.
“Ya dije varias veces que en este momento no hay cómo sustituir los combustibles fósiles, principalmente el petróleo. Digo que hay que buscar otras fuentes, pero eso no significa que se pare de explotar petróleo, porque no hay como sustituirlo”, respondió Marina Silva en una entrevista con el diario O'Globo.
En la misma entrevista agregó que, de ganar las elecciones, aprovechará los recursos petroleros para invertir en salud y educación y no dejará que sean desviados por la corrupción, en alusión a las denuncias contra Petrobras.
“Lo que queremos garantizar con este acto y en las elecciones es que Petrobras seguirá siendo nuestra empresa, que el petróleo es nuestro y que el presal es nuestro”, afirmó Lula en su discurso y en una nueva alusión a Silva.
El expresidente de Petrobras José Eduardo Dutra, uno de los líderes del sindicato de la estatal, acusó a la exministra de Medio Ambiente de querer entregarle a las multinacionales no sólo las riquezas del presal sino también la propia Petrobras.
“Estamos aquí para decir que doña Marina no tiene ningún derecho a ofrecer el presal, porque el presal es del pueblo, ni a inventarse formas de apropiarse de Petrobras”, dijo por su parte el líder del Movimiento de los Sin Tierra (MST), Joao Pedro Stédile.