Río de Janeiro (Agencias)
Los aspirantes a la presidencia de Brasil se enfrentaron esta noche en un agrio debate en el que intercambiaron acusaciones sobre corrupción y nepotismo. Este segundo debate televisivo careció de propuestas y se centró en ataques de lado y lado, buscando enlodar la imagen del rival.
La presidenta Dilma Rousseff y su rival opositor, Aécio Neves, están igualados en las encuestas de opinión a menos de dos semanas de la segunda vuelta del 26 de octubre.
Rousseff acusó a Neves de acomodar familiares en puestos oficiales cuando era gobernador de Minas Gerais, el segundo estado más grande de Brasil. Neves contraatacó afirmando que el hermano de la presidenta fue empleado en un trabajo “fantasma” en el gobierno, en el que recibía salario pero no se presentaba a trabajar.“Usted miente”, “No, quien miente es usted”, se escuchó con frecuencia en duelo entre los candidatos.
Las denuncias sobre corrupción y la crisis económica -alta inflación y bajo crecimiento- ocuparon buena parte del debate. “Usted siempre dice que no sabe nada y que no tiene responsabilidad sobre esto. ¿De quién es la responsabilidad de tantos desvíos en Petrobras?”, cuestionó el socialdemócrata.
Un esquema de sobornos a políticos y sobreprecio en contratos en la petrolera estatal fue revelado recientemente por un ex director de la empresa, a cambio de una reducción de pena por lavado de dinero.
La presidenta dijo que la investigación se realiza bajo la vigilancia de su gobierno, que ningún dirigente de Brasil ha combatido la corrupción más que ella, y que -entre otras cosas- obligó a renunciar varios de sus propios ministros a principios de su mandato luego de que surgieron acusaciones contra ellos.
“Por primera vez, Brasil está luchando contra la corrupción de manera sistemática”, dijo Rousseff, y argumentó que cuando el partido de su rival (el PSDB) ocupó la presidencia entre 1995 y el 2003, las investigaciones sobre corrupción fueron aplastadas.
En otro momento del debate, Rousseff preguntó: “Yo nunca empleé a parientes, ¿qué podría decir usted?”, en referencia a su denuncia de que Neves había empleado durante su gestión como gobernador del estado de Minas Gerais a “una hermana, un tío, tres primos y tres primas”.
Rousseff destacó además una ley aprobada en su gobierno que castiga duramente a quien maneja alcoholizado. “Yo nunca manejé bajo efectos del alcohol o drogas”, dijo.
Neves fue detenido por un retén policial y se negó a tomar la prueba del aloholímetro. “Tuve un episodio que estaba con la licencia vencida y no hice el test, y me arrepentí”, dijo tras denunciar una “campaña sucia” de Rousseff en la elección.
Después del programa, Rousseff sufrió una caída de presión arterial que la obligó a interrumpir una entrevista. El tercer debate se realizará el domingo.