La muerte del joven mapuche Camilo Catrillanca el pasado miércoles por un disparo de la policía ha generado protestas violentas en La Araucanía, una región del sur de Chile que es emblemática para este pueblo indígena.
Los mapuches llevan años reclamando en Chile y Argentina tierras sobre las cuales consideran que tienen un derecho histórico. Una causa que suele llegar a los medios de comunicación cuando se ve salpicada por episodios violentos, como el fallecimiento de Camilo.
El joven de 24 años volvía a casa en un tractor acompañado de un menor cuando fue alcanzado en la cabeza por una bala de los Carabineros, que aseguran que Camilo murió en un intercambio de disparos en un operativo policial.
Tras responder a un aviso por el robo con arma de tres vehículos a unas cuatro profesoras, los agentes terminaron persiguiendo a los tres responsables hasta la comunidad mapuche de Temucuicui, según la versión oficial, donde fueron interceptados con una barricada de comuneros con quienes se enfrentaron. Supuestamente, Camilo habría muerto cuando pasaba por ahí con su tractor.
A raíz de este caso, muchos han puesto los ojos sobre el Comando Jungla, un equipo especial de Carabineros entrenado en Colombia que había sido desplegado este año en La Auracanía y la región del Biobío por el gobierno del presidente, Sebastián Piñera, precisamente para reforzar la seguridad de la zona.
El padre de Camilo, Marcelo Catrillanca, lo acusó de haber sido implementado por el gobierno para “poder violentar a nuestra gente” en una entrevista con CNN Chile en la que le atribuyó “la gran responsabilidad” de la muerte de su hijo a Piñera y el ministro del Interior, Andrés Chadwick.
El jueves, en una conferencia de prensa, a Chadwick insistió en que todo había surgido ante un “hecho delictivo común” que no guardaba relación con lo que “ha sido llamado el conflicto mapuche”.
Ante la pregunta de por qué entonces actuó el Comando Jungla, “un comando antiterrorista”, el ministro no aclaró si este equipo especial había participado en el operativo en el que murió Catrillanca.
“Quien actúa es Carabineros, con el personal y la dotación que en dicha zona, donde se produjo este delito común, se requiere y se necesita un personal de Carabineros profesional, especializado y debidamente preparado y con la protección logística indispensable dados los actos de violencia que en esa zona han ocurrido en las últimas décadas con mucha frecuencia, lamentablemente”.
Un 'weichafe'
Camilo era nieto del lonko (líder mapuche) de Temucuicui, Juan Catrillanca. Este dirigente explicó a CNN Chileque su pueblo había recuperado una parte de las tierras que reclaman y que, aseguró, necesitan ante el crecimiento de sus familias. Pero que aún quedaban unas 12.000 hectáreas pendientes, dijo.
Marcelo, el padre de Camilo, afirmó que el joven era un weichafe, es decir, un guerrero de la causa mapuche. Dijo que era “muy reconocido” en su comunidad y que había sido una “satisfacción” haberlo “disfrutado como hijo”.
Ambos hombres hablaron con cadena de televisión desde el velatorio, que se celebró alrededor de los cimientos de la casa que el joven estaba construyendo para él, su hija de seis años y su mujer, que está embarazada.
“Vamos a tratar de llegar a las últimas consecuencias, hasta saber la verdad y conocer al maldito carabinero que mató a mi hijo”, afirmó Marcelo.
Camilo era el tractorista de su comunidad y había estudiado en el Liceo Técnico Profesional de Pailahueque para ser técnico agrícola, según explicó el padre. “Tenía conocimientos, por eso es que la gente lo eligió para que él trabajara con la herramienta que habíamos adquirido al Estado y ahora el mismo Estado la destruyó. Si ese tractor hoy día está inservible porque ya está lleno de balas, los neumáticos hechos pedazos”, dijo.
En su cuenta de Facebook, el joven aparece bailando choique purún, una danza mapuche en la que se imita al ñandú o avestruz patagónico. Su padre aseguró que será recordado como un “weichafe que luchó por la tierra” y que “con la vida tuvo que pagar las ocho hectáreas que supuestamente había recuperado”.
“Está clara la evidencia: mi hijo fue abatido en un camino público dentro de la comunidad. Él venía pasando, entonces Carabineros le dispararon por la espalda. Acá no hubo un enfrentamiento entre los Carabineros y él”, afirmó Marcelo.
El Comando Jungla
El verdadero nombre del Comando Jungla es Grupo de Reacción Táctica y su formación se encargó a Colombia por dos motivos, según publicó el diario chileno La Tercera.El primero, era “conocer materias relacionadas con el combate contra las organizaciones criminales”, según dijo el general director de Carabineros, Hermes Soto, a este periódico en una entrevista publicada el 16 de junio.
Soto alegó que las características del terreno de la selva colombiana eran “relativamente parecidas a algunos sectores” del sur de Chile, así que los agentes colombianos tenían la experiencia y conocimiento necesarios para la tarea de disuadir, reaccionas e intervenir para evitar así violencia rural.
El segundo, como explicó el general, era que también contaban con “vehículos blindados, helicópteros, sistemas aéreos no tripulados, cámaras termales de corto alcance, binoculares con telémetro y cámaras HD”. El Comando Jungla también cuenta con tecnología como esta.
Los detractores del Comando Jungla le reprochan al gobierno que haya enviado carabineros a Colombia a entrenarse con cuerpos policiales que luchaban contra guerrillas como eran las FARC.“Con esto se ha producido lo que todos temíamos y advertimos cuando se instaló el Comando Jungla, que podía ocurrir una imprudencia y que alguien terminara muerto y esto contribuyera a agudizar la violencia en la región. La verdad es que estamos muy preocupados, porque entiendo que la situación es muy compleja”, dijo la diputada del Partido por la Democracia Andrea Parra, nacida en La Araucanía, según publicó La Tercera.Eduardo Vergara, director del Laboratorio de Seguridad y exjefe de la División de Seguridad Pública del Ministerio del Interior, también criticó la nueva política de seguridad en La Araucanía en el programa La Prueba de la cadena de radio ADN: “No hay ninguna similitud entre lo que ha ocurrido y ocurre en Colombia con lo que puede e incluso puede llegar a ocurrir en La Araucanía”.
Vergara consideró que la situación de Colombia, con el fenómeno del narcotráfico y de los paramilitares, o la de México, presentan “realidades dramáticamente diferentes” a la de Chile.“La imagen y el imaginario de los tanques y los policías entrenados para combatir el terrorismo mas organizado y con más recursos de América Latina llevados a la región más pobre de nuestro país y con más carga histórica llevada al presente, empezó mal y lamentablemente acá tenemos el primer hito negativo que espero sirva para cambiar el rumbo de la estrategia de seguridad pública de este gobierno”, concluyó.