El día en el que 33 mineros quedaron atrapados bajo tierra: cómo fue el histórico rescate y qué sucedió con ellos luego

Hace 12 años, la tarde del 5 de agosto del 2010, se produjo un derrumbe al interior de una mina ubicada al norte de Chile. En su interior quedaron atrapados 33 mineros. Las labores de rescate comenzarían cerca de 10 horas más tarde y se prolongarían por 69 días, convirtiéndose en uno de los casos más mediáticos de los últimos tiempos.

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La empresa San Esteban Primera, a cargo de la mina San José, tardó cerca de cinco horas en reportar el derrumbe. Pese al retraso, las autoridades iniciaron las labores con la idea de que habían 34 hombres enterrados bajo el derrumbe. Posteriormente, se conocería que uno de los nombres incluidos en la lista se había quedado dormido, por lo que no llegó a entrar en la mina.

Para la mañana del 6 de agosto, el derrumbe ya era noticia en todo Chile. Un primer intento de escape se produjo dentro de las primeras 48 horas, pero se vio frustrado porque la empresa no había terminado de construir la escalera de emergencias que los habría devuelto a la superficie.

Al día siguiente, el ministro de Minería de Chile, Laurence Golborne, comunicó que el escenario había empeorado. Un segundo derrumbe había bloqueado la chimenea de ventilación por la que planeaban rescatar a los mineros.

Desde el gobierno de Sebastián Piñera se anunció que se cancelarían las tareas de rescate debido a las pocas probabilidades de encontrarlos con vida. Los familiares de los mineros, que desde el primer día levantaron en denominado Campamento Esperanza, junto a las vallas de la mina, se negaron a aceptarlo.

La presión surgió efecto y para el 9 de agosto iniciaba una nueva estrategia: realizar un pozo hasta donde estén los 33.

SOBREVIVIENDO BAJO TIERRA

El transcurso de los días, sin embargo, iba mellando en la esperanza de los familiares y rescatistas. Fallos con las sondas mostraban lejana la posibilidad de contactar a los mineros. El 22 de agosto, sin embargo, una nota devolvería la ilusión.

“Estamos bien en el refugio los 33″, decía una nota que habían conseguido enviar los atrapados luego de que una de las sondas enviadas desde el exterior consiguiera alcanzar la zona en la que se habían refugiado.

Acto seguido se envió una cámara de video donde se pudo ver por primera vez a los hombres atrapados.

Durante los 17 días que permanecieron sin contacto con el exterior, los mineros habían conseguido sobrevivir gracias al racionamiento de los escasos recursos con los que contaba la zona de emergencias.

Con intervalos de 48 horas, cada minero comía dos cucharadas de atún, medio vaso de leche, media galleta y compartían un tarro de duraznos en conserva.

En el lugar donde se encontraban, además, se registraba una temperatura de 35°C.

Recién el 23 de agosto, las autoridades a cargo del rescate consiguieron enviarles comida deshidratada, agua y mensajes a los mineros gracias a la sonda.

CÓMO SACARLOS

Una vez contactados, los rescatistas se encontraron con el segundo gran desafío: ¿cómo conseguirían regresarlos a la superficie?

El ingeniero André Sougarret y un equipo de especialistas en rescate e ingenieros comenzaron a diseñar lo que luego se conocería como Fénix. Se trataba de una cápsula de 4 metros de alto y 450 kilos de peso que debería bajar 622 metros hasta la ubicación de los mineros.

Se dispusieron de 20 máquinas perforadoras para comenzar a excavar un túnel hasta la zona en la que se encontraban. Mientras tanto, desde la superficie, Jean Romagnoli encabezaba al equipo médico que monitoreaba constantemente a los hombres atrapados.

Para el 26 de agosto, un segundo video llegó a la superficie. Los mineros saludaban a sus familias y entonaban el himno nacional chileno.

Finalmente, el 13 de octubre, 69 días después del primer derrumbe, el equipo de rescate encabezado por Manuel González comenzó el descenso a su encuentro.

La operación duró 22 horas, participaron cinco rescatistas además de González y se realizaron 78 viajes de ascenso y descenso. Afuera del recinto, unas 3.500 personas observaban nerviosos la operación, mientras que medios de todo el mundo transmitían el acontecimiento a más de 1.000 millones de espectadores.

El primero en salir fue Florencio Avalos. Luego lo hizo Mario Sepúlveda. Mientras que el último del grupo fue Luis Urzúa, jefe de turno al momento del desastre.

Una vez rescatados, Gonzáles y su equipo ascendió a la superficie. La misión había sido éxito y marcado un hito en la historia de las operaciones de rescate a nivel global.

LOS 33 HOY EN DÍA

El desastre levantó una ola de críticas contra la empresa operadora de la mina San José y el Gobierno. Piñera, quien fue señalado de intentar capitalizar el rescate para ganar popularidad, destituyó durante los días de búsqueda a la plana mayor del Servicio Nacional de Geología y Minería por la precaria fiscalización de la mina.

La Fiscalía de Atacama abrió una investigación penal en búsqueda de los responsables de la tragedia. Sin embargo, la polémica pesquisa concluyó tres años más tarde sin encontrar culpables.

Treinta y un sobrevivientes, por su parte, iniciaron un proceso civil contra el Gobierno por negligencia. Los afectados exigían 535 mil dólares para cada uno en conceptos de reparación.

Un tribunal chileno falló a su favor disponiendo un pago de 100 mil dólares para cada uno, pero en el 2021 la Corte de Apelaciones de Santiago redujo a 55 mil dólares la sanción.

El Estado Chileno, por su parte, les otorga una pensión vitalicia de 400 mil pesos (poco más de 430 dólares al cambio actual).

Un libro fue escrito y una película rodada inspirados en la historia de los mineros; sin embargo, no recibieron ninguna ganancia porque cedieron sus derechos debido a un mal asesoramiento legal.

La mayoría de los sobrevivientes han expresado sufrir de estrés postraumático más de 10 años después de la tragedia. Otros tantos han expresado su incapacidad de volver a trabajar en el rubro porque las empresas alegan temer por sus exigencias sobre seguridad.

Sepúlveda, el segundo en salir a la superficie, es uno de los que mayor notoriedad pública consiguió. En el 2019 participó de un reality show de MTV llamado “Resistiré”. Luego ha desarrollado una carrera como conferencista y a través de redes sociales.